Washington, USA.- Las sanciones petroleras de Estados Unidos contra Venezuela entraron en vigor este domingo, en un momento en que se agudiza la crisis en el país donde el gobierno de Nicolás Maduro está en pugna con el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por una cincuentena de países.
Las restricciones a la compra de crudo de la petrolera estatal PDVSA forman parte de una batería de sanciones que Estados Unidos ha impuesto, que tocan al propio Maduro, pero también a instituciones políticas y financieras en el marco de su campaña de apoyo a Guaidó.
El viernes, el gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, prosiguió con su tenaz estrategia tocando al jefe de la diplomacia de Caracas, Jorge Arreaza.
Ambos países rompieron relaciones diplomáticas después de que Estados Unidos reconociera a Guaidó, jefe del Parlamento, por considerar que el segundo mandato de Maduro, que comenzó el 10 de enero, es ilegítimo.
El sábado Guaidó advirtió a los militares que la espera para recibir su apoyo «no puede ser eterna», mientras que el poderoso dirigente chavista Diosdado Cabello celebraba con un mitin la llegada del plazo para la salida del país de la Organización de Estados Americanos (OEA), después de que Caracas anunciara su retiro.
Actualmente, el enfrentamiento entre los dos países se juega incluso en territorio estadounidense, con la pugna por quién debe ocupar la embajada de Venezuela en Washington, actualmente tomada por activistas favorables Maduro.
Antes de las sanciones anunciadas en enero, Venezuela exportaba 500.000 barriles de petróleo ultra pesado a Estados Unidos, donde operaba Citgo, una filial de PDVSA cuyas cuentas quedaron bloqueadas para entregarle el mando de sus finanzas a Guaidó.
El petróleo es el pulmón de la alicaída economía venezolana, a la que aporta el 96% de los ingresos.
Con la caída de producción, estas entradas de caja están en descenso en un momento en que el país ya atraviesa una crisis sin precedentes, con una hiperinflación prevista por el FMI de 10.000.000% este año y una escasez de bienes básicos que ha provocado la migración de más de 2,7 millones de personas desde 2015, según la ONU.
Una consecuencia clave de las sanciones es que Caracas tiene que encontrar quién le provea diluyentes para refinar su petróleo, lo que aumenta sus costos de producción.
La consultora Rapidan Energy Group, basada en Estados Unidos, calcula en un informe que la producción de la estatal PDVSA podría perder temporalmente unos 200.000 barriles por día. El bombeo, que era de 3,2 millones de barriles diarios en 2008, bajó a unos 840.000 en marzo pasado.
Para eludir la sanción de Estados Unidos, el gobierno venezolano se ha volcado hacia India, China y Rusia, aunque las inminentes penalizaciones han ahuyentado a muchas empresas indias.
lunes, 29 de abril de 2019
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario