La mañana del miércoles durante su conferencia de prensa, el Presidente pidió al periódico REFORMA revelar sus fuentes de información y decir cómo obtuvo el borrador de la carta que envió al Rey de España solicitándole que se disculpe por la Conquista.
“Solicitar revelar las fuentes es preocupante en principio porque puede generar un efecto inhibidor de las mismas fuentes para seguir informando y, por lo tanto, truncar el ciclo informativo”, dijo Ana Cristina Ruelas y advirtió que en varios países del continente se han ganado juicios al respecto.
“A ti no te pueden decir, como medio de comunicación, desde el Gobierno que demuestres la veracidad de tu fuente, principalmente porque puede ser utilizado como mecanismo de censura”, dijo Ruelas al interpretar el principio 7 de la CIDH.
Ruelas dijo que incluso los gobernantes deben reconocer que las denuncias que permiten exponer hechos de corrupción o de interés público son necesarias para la vida democrática del País. “El Estado debe reconocer la posibilidad de que los propios funcionarios puedan denunciar y filtrar información a los medios de comunicación, a fin de exigir la rendición de cuentas de los gobernantes”, mencionó.
“Las fuentes necesitan saberse protegidas y saber que los periodistas van a utilizar el hecho de interés público para comunicarlo a la sociedad, pero no para que la fuente se convierta en el mensaje. La fuente no es el mensaje”, precisó.
Refirió también que México ha adquirido compromisos internacionales en la materia, al suscribir los Principios sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cuyo punto 8 señala que “Todo comunicador social tiene derecho a la reserva de sus fuentes de información, apuntes y archivos personales y profesionales”.
Indicó que a pesar de que la protección de fuentes está señalada en las constituciones o leyes de varios países de la región, las autoridades han intentado que se revelen las fuentes.
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