Las amenazas de Trump las lanza como si nuestro país fuera el que propiciara y fomentara el flujo de centroamericanos, que abandonan su país huyendo de la pobreza y la inseguridad que priva en sus países y que todo indica, según testimonios de los migrantes es tan o más grave que la que padecemos los mexicanos.
La decisión de López Obrador de no responderle a Trump a sus constantes acusaciones, a sus amenazas y a sus descalificaciones, fue apoyada por la gente de Poza Rica, que a pregunta de AMLO de si le contestaba a Trump le respondieron unánimemente que no.
La cautela que López Obrador está adoptando en este tema puede considerarse parte de una estrategia para no confrontarse con Trump que puede usar el poderío de Estados Unidos para desbarrancar el proyecto de la 4ª Transformación.
La vulnerabilidad que tiene el país por la enorme deuda soberana y la deuda de PEMEX dictan que la relación con Estados Unidos debe manejarse con mucha prudencia y no visceralmente como algunos recomiendan.
No debe perderse de vista que las calificadoras con sedes en Wall Street, con sus descalificaciones pueden propiciar que México entre en una grave crisis ante la posibilidad de insolvencia, sobre todo ahora que el FMI pronostica un decrecimiento en la economía mundial por la guerra comercial entre China y EU.
El canciller Ebrard ya lo dijo hace unos días al ser cuestionado por los medios de comunicación, que el hecho “de que no estén contestando como algunos esperan, no es que haya ausencia, es una estrategia y las estrategias se miden por los resultados” y dijo que “México ha actuado con dignidad”.
Los 8 grupos parlamentarios en el Senado de la República en carta a su homóloga estadounidense se pronunciaron en contra de las amenazas de Trump que solo conducen a actitudes xenófobas.
Los que alabaron el régimen neoliberal entreguista y dependiente de EU, son los que ahora quieren que se le conteste a Trump; pero jamás consideraron el riesgo que la excesiva dependencia representaba para el país y que ahora nos tiene inmersos en el vendaval voluntarista del magnate que está gobernando a la primer potencia del mundo.
Esperemos que sus amenazas no escalen para aplicarnos sanciones comerciales y no decida condicionar la venta de alimentos y gasolina, a que paremos las caravanas migrantes, fenómeno mundial producto de la expoliación y la pobreza a la que han conducido la globalización y las políticas neoliberales.
De igual manera los neoliberales y la prensa “fifi” son los que se le lanzaron a la yugular a AMLO cuando pidió a España y al Vaticano una disculpa por las atrocidades que realizaron los españoles y los religiosos durante la conquista.
Los opositores de López Obrador consideraron una ofensa para la corona española el pedir una disculpa por lo que paso hace quinientos años, como si la monarquía fuera algo supranacional y a la que le deberíamos estar agradecidos por habernos impuesto su sistema corrupto de compra de los puestos públicos y de aristócratas dueños de vidas y haciendas.
La figura de rey designado por voluntad divina y su sistema de sucesión es algo caduco y antidemocrático para los tiempos modernos y extraña que los que se dicen demócratas defiendan lo que hicieron los españoles hace 500 años y enaltezcan que nos civilizaron.
Las culturas prehispánicas eran civilizadas y el argumento de que los aztecas sacaban corazones de sus cautivos, es igual o menos sanguinario que las torturas y salvajadas que se cometían en la Santa Inquisición, donde se quemaba en vida a la gente y se obtenían acusaciones a través de la tortura que realizaban en nombre de Dios, los “santos” curas inquisidores.
Todo parece indicar que los españoles no quedaron satisfechos con la expoliación de nuestros recursos naturales y las cantidades de oro y plata que se llevaron y que al parecer no fueron suficientes para cubrir los gastos de la conquista, porque en la actualidad pretendían seguir disfrutando de las concesiones y canonjías que les habían otorgado a las empresa españolas Fox, Calderón y Peña Nieto.
El Presidente del Gobierno español en su visita a México a finales de enero le pidió a AMLO protección y benevolencia para las empresa españolas que tienen inversiones en México, entre ellas BBVA Bancomer, Santander, Iberdrola, Repsol, Meliá, Telefónica, Gigas, NH, OHL, Iberia y CAF, entre otras.
Los bancos BBVA Bancomer y Santander cobran en México comisiones muy por arriba de las que cobran en España y los beneficios que les representan sus negocios en el país les aportan más del 40% de sus utilidades a nivel mundial.
A Iberdrola le dieron contratos para que instalaran plantas de generación de energía eléctrica de ciclo combinado, concediéndoles preferencia por parte de CFE en la compra de su energía, que poco a poco fue subiendo de valor al grado de venderla casi igual que la energía eléctrica que produce la “ineficiente” CFE.
Repsol defraudo a Pemex al negarse por soberanía a venderle las acciones a las que se habían comprometido cuando se les rescato de la insolvencia en que cayo dicha empresa.
Un astillero en Galicia también le incumplió a Pemex un contrato para fabricarle plataformas petroleras, a pesar de que se le pago por adelantado para rescatarlo de la quiebra en que se encontraba ese astillero y toda Galicia en general.
Estos casos son un pequeño ejemplo de que los españoles nos ven todavía y nos quieren dar trato de conquistados.
Los españoles no quieren dar disculpas por lo que paso hace 500 años, porque paso hace mucho tiempo, pero si están reclamando a Colombia la propiedad del galeón español San José, hundido hace tres siglos con un cargamento de oro, plata y piedras preciosas.
La embarcación se fue al fondo del mar cerca de Cartagena de Indias el 8 de junio de 1708, tras el ataque de corsarios ingleses y fue hallado por cazatesoros de EU en 2015.
España ha argumentado que la Unesco le ampara pues se trata de un “barco de Estado”, por lo que reclama la participación en el rescate de bienes y la adjudicación de los mismos.
El San José iba cargado de oro del Virreinato de la Nueva Granada, plata de Perú y piedras preciosas, valuadas en aproximadamente 17,000 millones de dólares.
Madrid ha reclamado el cargamento como parte de su patrimonio, aduciendo que el barco era de la Armada española aunque estaba cargado de riquezas americanas.
Y hablando de compañías españolas, Peña Nieto antes de irse ayudo a OHL, una de sus constructoras favoritas, a vender a precios alzados, el 49% de su participación en el Circuito Exterior Mexiquense mediante la intervención de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), en operaciones que fueron denunciadas ante la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) por el abogado Paulo Díez Gargari.
Su primo que trabaja como Gobernador en el Estado de México recientemente autorizo otro aumento a las tarifas que cobran en el Circuito Exterior Mexiquense.
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