“El recorte impacta seriamente en nuestra capacidad de pago de la energía eléctrica, insumo fundamental del Instituto, por lo que esta situación demanda acciones urgentes para ajustarnos a la nueva realidad presupuestal”, señala un comunicado enviado todas las áreas del instituto y que es firmado por Miguel Rubio Godoy.
En el texto se puede leer que piden a trabajadores abandonar “el uso de aires acondicionados en toda la institución con excepción de las áreas “críticas” para el cumplimiento de compromisos en proyectos o servicios”.
También que quienes laboren en áreas con luz natural bajar “al mínimo el uso de la red eléctrica institucional. Asimismo, se deberán apagar las luces de los pasillos y otras áreas donde no se requiera iluminación”.
Entre otras medidas están la prohibición del uso de cargadores de teléfonos celulares, tabletas electrónicas y otros equipos semejantes, “estos equipos se podrán cargar a través de los puertos USB de las computadoras, pero no a través de las tomas del sistema eléctrico”.
Hasta el personal de servicio social deberá ajustarse a las medidas de ahorro del instituto, ya que se les prohibirá usar equipo de cómputo “si no están apoyando con alguna actividad prioritaria del área”.
En días pasados, el funcionario se quejaba en conferencia de prensa que en este año han sufrido dos recortes, es decir, 8 por ciento del área operativa del instituto, lo que equivale a 10 millones de pesos. “Una cosa es decir que se va a apoyar la ciencia y otra cosa es recortar el presupuesto.
En este año ya nos han recortado dos veces el presupuesto sin preguntarnos si nos afecta; este año ya nos recortaron poco más del 8 por ciento de presupuesto operativo”, señala.
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