Según ha informado el Ejecutivo de Pedro Sánchez, los tres están acogidos en la residencia del embajador español, Jesús Silva Fernández. La vivienda del embajador constituye territorio inviolable, al igual que las embajadas y los consulados, por lo que el político venezolano no puede ser detenido allí.
López no ha solicitado asilo político, según han confirmado fuentes gubernamentales españolas.
La situación de Leopoldo López pone en aprietos diplomáticos a España, que no ha roto relaciones con el régimen de Nicolás Maduro, pero sí ha reconocido a Guaidó como presidente encargado de convocar elecciones.
Tras acudir en un primer instante a la embajada de Chile en Caracas, López y su familia han manifestado su deseo de alojarse en la legación española y el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha dado su visto bueno a ese traslado.
Pese a la crisis desatada en Venezuela y sus repercusiones en España, el ministro de Exteriores, Josep Borrell, ha mantenido su agenda de trabajo, que este miércoles incluía un viaje a Jordania, en cuya capital ya ha aterrizado.
López, uno de los dirigentes opositores más señalados por el chavismo, que cumplía arresto domiciliario desde julio de 2017 por una condena por incitación a la violencia, fue liberado este martes por un grupo de militares venezolanos afines al presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó.
Los choques desatados entre fuerzas del Gobierno chavista y opositores causaron el martes heridas a cerca de un centenar de personas. Tanto Guaidó como el Gobierno de Nicolás Maduro han llamado a salir de nuevo este miércoles a las calles.
López explicó tras su liberación que los militares encargados de vigilar su arresto domiciliario habían decidido dar la espalda a Maduro y apoyar a Guaidó.
El líder opositor consiguió el beneficio de "casa por cárcel" en julio de 2017 para purgar así su condena a casi 14 años por incitar a la violencia en las revueltas opositoras de 2014.
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