La detención de Wa Lone y Kyaw Soe Oo, en diciembre de 2017, dio la vuelta al mundo y los convirtió a ellos en una muestra del deterioro de la libertad de prensa bajo el liderazgo de Aung San Suu Kyi.
A su salida de prisión, Wa Lone, de 33 años, agradeció a las personas «de todo el mundo», que defendieron su liberación y prometió que regresará a su trabajo. «Estoy impaciente por ir a mi redacción. Soy periodista y voy a continuar», aseguró.
«Estamos extremadamente contentos de que Myanmar liberara a nuestros valientes reporteros. Desde su detención hace 511 días, se han convertido en símbolos de la importancia de la libertad de prensa en todo el mundo. Celebramos su regreso», dijo en un comunicado el redactor jefe de Reuters.
Los dos reporteros salieron de la cárcel con amplias sonrisas y saludando. Estaban acusados de haber infringido la ley sobre secretos de Estado, que data de la época colonial, y habían sido condenados a siete años de cárcel cada uno.
En el momento de su detención investigaban una masacre de 10 rohinyás en el estado de Rakáin, donde el ejército birmano forzó a 740 mil miembros de esta minoría apátrida a huir al vecino Bangladés.
Su caso provocó indignación mundial y borró lo que quedaba del legado de Suu Kyi, como defensora de los derechos humanos.
Según Reuters, estaban presos como represalia por su investigación. Wa Lone y Kyaw Soe Oo recibieron el mes pasado el premio Pulitzer, uno de los mayores galardones en periodismo.
Su caso se convirtió en un ejemplo de la guerra contra la libertad de prensa y atrajo la atención de la abogada de derechos humanos Amal Clooney.
.jpeg)
0 comentarios:
Publicar un comentario