Tokio, Japón.- El nuevo emperador de Japón, Naruhito ascendió formalmente este miércoles al Trono del Crisantemo, y abrió así una nueva era imperial en una solemne ceremonia realizada un día después de la abdicación de su padre, la primera en dos siglos.
Naruhito había sido oficialmente el emperador desde el primer minuto del día, pero el proceso se formalizó al heredar los objetos sagrados que confieren legitimidad al monarca japonés.
El nuevo emperador llegó a la ceremonia vistiendo un traje de corte occidental y una gruesa cadena de oro, acompañado por integrantes masculinos de su familia, incluyendo su hermano, el príncipe Fumihito Akishino.
La ceremonia tuvo lugar en el primer día de la nueva era imperial, la era Reiwa («Bella armonía»), que se extenderá por todo el reinado de Naruhito.
En el Salón del Pino, en el Palacio Imperial japonés, Naruhito, de 59 años, fue presentado a los objetos sagrados que su padre Akihito dejó en la jornada anterior, incluyendo una espada y una joya, así como un sello real.
Poco después, la emperatriz Masako llegó al palacio con una espectacular tiara cubierta de diamantes, para unirse al emperador.
En su primer discurso a la nación, Naruhito juró «actuar de acuerdo con la Constitución y orientar siempre mis pensamientos hacia el pueblo, y estar junto a él».
Solamente el 22 de octubre Naruhito y la emperatriz aparecerán vestidos con los elaborados ropajes tradicionales japoneses para una ceremonia en el Palacio, antes de un desfile por la capital.
El nuevo emperador recibirá el saludo de los primeros jefes de Estado extranjeros a fines del mes de mayo, incluyendo al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Educado en Oxford, Naruhito tiene por delante la difícil tarea de continuar el legado de su padre y al mismo tiempo aproximar la corona japonesa de la población, sin renunciar a las centenarias tradiciones ligadas al Trono del Crisantemo.
miércoles, 1 de mayo de 2019
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