De acuerdo a los documentos en poder del prestigioso medio estadounidense, quien señala que fueron entregados por un exoficial venezolano de inteligencia de alto rango y cuyos contenidos fueron confirmados de manera independiente por otro exoficial.
El Aissami, ha logrado una vasta fortuna a pesar de la precaria economía del país a partir de comprar un banco en Estados Unidos, parte de una constructora, una participación accionaria en un centro comercial panameño, tierras pensadas para un complejo turístico de lujo y varios proyectos inmobiliarios.
Los señalamientos contra El Aissami y su familia se basan en la recopilación de alertas, hallazgos de investigaciones y transcripciones de entrevistas con narcotraficantes, a lo largo de una década donde se señala que hubo un plan para capacitar a miembros de Hezbolá en Venezuela “con miras a expandir las redes de inteligencia en toda América Latina y al mismo tiempo trabajar en narcotráfico”, según los documentos.
Aunque los documentos no revelan si el partido-milicia chií estableció su red de inteligencia o rutas de drogas.
El gobierno de Estados Unidos desde hace años lo ha mantenido bajo la mira al grado que ha señalado su involucramiento en el narcotráfico por lo que lo sancionó en 2017, y congelaron sus bienes junto con los de su presunto testaferro, Samark López.
Aunque los fiscales tampoco revelaron pruebas para su imputación. Tanto Maduro como El Aissami han minimizado las acusaciones al atribuirlas a una guerra propagandística establecida por el gobierno de Donald Trump para tumbar al gobierno venezolano.
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