Washington, USA.- En un día atravesado por una creciente tensión, el presidente Donald Trump decidió a último momento del jueves cancelar un bombardeo contra Irán, el cual había sido aprobado en represalia luego de que un dron del ejército estadounidense fuera derribado por fuerzas militares iraníes.
En su cuenta de Twitter, Trump explicó que el Ejército estaba “listo para atacar”, pero que canceló el bombardeo faltando 10 minutos cuando le informaron que el ataque podría llegar a producir hasta 150 muertos.
“No es una respuesta que se corresponda con el hecho de haber derribado un dron no tripulado. No tengo ningún apuro, nuestro Ejército es nuevo y está listo para avanzar, el mejor del mundo por lejos. Las sanciones son severas, y ayer sumamos más. Irán nunca puede tener armas nucleares, no contra Estados Unidos, ¡ni contra el mundo!”.
Hasta las 19 del jueves (hora del Este de EE.UU.), los oficiales militares y diplomáticos esperaban el ataque tras intensas discusiones y debates en la Casa Blanca entre los principales oficiales de seguridad nacional del presidente y los líderes del Congreso, según varios altos funcionarios del gobierno que estuvieron involucrados en las deliberaciones, o fueron informados sobre las mismas.
Las autoridades dijeron que el presidente había aprobado inicialmente ataques contra un puñado de objetivos iraníes, como radares y baterías de misiles.
Pero la acción se suspendió abruptamente por la noche, poniendo fin a lo que habría sido la tercera acción militar del presidente contra blancos en Medio Oriente.
No estaba claro si Trump simplemente cambió de opinión sobre los bombardeos, o si el gobierno alteró el rumbo por motivos logísticos o estratégicos. Tampoco estaba claro si los ataques podrían producirse más adelante.
El ataque estaba programado para justo antes del amanecer del viernes en Irán para minimizar el riesgo para el Ejército o los civiles de ese país.
La posibilidad de un ataque como represalia resonó en Washington durante gran parte del día. Funcionarios de ambos países intercambiaron acusaciones sobre la ubicación del dron cuando fue destruido por un misil tierra-aire lanzado desde la costa iraní a lo largo del golfo de Omán.
Los asesores de seguridad nacional de Trump estaban divididos respecto a la posibilidad de una respuesta militar.
Altos funcionarios del gobierno dijeron que el secretario de Estado Mike Pompeo, el asesor de seguridad nacional John Bolton, y la directora de la CIA Gina Haspel, estaban a favor de una respuesta militar. Pero altos funcionarios del Pentágono advirtieron que tal acción podría resultar en una escalada riesgosa para las fuerzas estadounidenses en la región.
Los líderes del Congreso fueron informados por funcionarios del gobierno en un salón de conferencias de la Casa Blanca.
El jueves, Trump insistió en que el avión de vigilancia no tripulado de Estados Unidos sobrevolaba aguas internacionales cuando fue derribado por un misil iraní.“Este dron estaba en aguas internacionales, claramente”, dijo el presidente a los periodistas el jueves por la tarde en la Casa Blanca al comenzar una reunión con el Primer Ministro Justin Trudeau de Canadá.
“Lo tenemos todo documentado. Está documentado científicamente, no sólo con palabras”.
Cuando se le preguntó qué vendría después, Trump dijo: “Veamos qué pasa”.
viernes, 21 de junio de 2019
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