“Nuevamente, pedimos a las autoridades realizar la gestión correspondiente, y a la comunidad en compartir la situación y ser más conscientes sobre los detergentes que utilizamos, esto ocurre cerca de la presa de Valsequillo desde el día de ayer”, señaló la organización.
La espuma proviene de detergentes, mismos que pueden contener sulfatos, pero también se encuentra mezclada con desechos de las personas de la comunidad y de la actividad industrial que existe en la zona.
El problema se agranda cuando se toma en cuenta que el agua de la presa del Valsequillo, la cual se nutre del río Atoyac, se utiliza para regar unas mil hectáreas de siembras en 17 municipios, entre ellos, Tecamachalco, Quecholac, Acatzingo y Palmar de Bravo, todos en el estado de Puebla.
La presa también recibe toda la materia orgánica que se genera en las viviendas y es desechada por los drenajes, que en conjunto con la velocidad del agua y los gases que desprende, causan la formación de la cortina tóxica
Estas aguas son ricas en bacterias patógenas, en coliformes fecales, materia orgánica, bacterias y metales pesados, que están contenidos en sedimentos que se han acumulado.
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