Hong Kong.- China denunció este miércoles las agresiones «de tipo terrorista» contra sus habitantes en Hong Kong que se produjeron el martes durante los enfrentamientos en el aeropuerto internacional, que recuperó este miércoles su ritmo normal.
«Condenamos con la mayor firmeza estos actos de tipo terrorista», aseguró en un comunicado Xu Luying, el portavoz de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao del gobierno chino.
Los manifestantes agredieron el martes a dos habitantes de China continental durante la importante movilización en el aeropuerto de la megalópolis, cuyos vuelos quedaron suspendidos el lunes y el martes.
Con estas acusaciones, Pekín asimila las acciones de los manifestantes prodemocracia con el «terrorismo» por segunda vez durante esta semana. Una subida de tono que hace temer una represión militar para sufocar un movimiento surgido hace diez semanas.
La Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao en la capital china ya había afirmado el lunes que los ataques de «manifestantes radicales» contra policías representaban un «grave crimen» que muestra «las primeras señales de terrorismo».
El Diario del Pueblo y Global Times, dos medios estatales chinos, también difundieron imágenes de blindados transportando tropas dirigiéndose a Shenzhen, a pocos kilómetros de Hong Kong, en el sur de China.
El presidente estadounidense, Donald Trump, acentuó esta inquietud por una intervención militar al asegurar el martes que los servicios de inteligencia de su país le habían informado de un despliegue militar chino «en la frontera con Hong Kong».
Los manifestantes prodemocracia se retiraron del aeropuerto de Hong Kong, que este miércoles recuperaba su ritmo normal tras dos días de protestas que provocaron fuertes perturbaciones en el tráfico aéreo.
Este miércoles por la mañana, en la terminal de salidas los paneles electrónicos funcionaban con normalidad y solo permanecía un grupo reducido de manifestantes, la mayoría de los cuales estaban durmiendo.
« Las acciones de los manifestantes paralizaron el aeropuerto, el octavo mayor del mundo, agravando la crisis en la ciudad, que supone el mayor desafío a la autoridad de China sobre Hong Kong desde su devolución por Reino Unido en 1997.
Las manifestaciones, que sacaron a las calles a millones de personas, comenzaron en oposición a un proyecto de ley que habría permitido las extradiciones a China. Pero después se transformaron en una protesta más amplia en defensa de las libertades democráticas y contra la influencia de Pekín en el territorio.
Tras haber expresado sus exigencias de forma pacífica en un primer momento, el martes adoptaron unas técnicas más agresivas, creando barricadas con los carritos de las maletas para bloquear a los pasajeros en la zona de salidas del aeropuerto.
Por la noche, la situación derivó en violentos enfrentamientos con la policía y en altercados con pasajeros desesperados por tomar sus aviones.
jueves, 15 de agosto de 2019
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