“Qué esperan las autoridades migratorias ¿que muera alguien?», cuestiona la activista Claudia León, en entrevista, y cuya organización otorga acompañamiento de tipo legal y psicosocial a las personas migrantes que solicitan refugio o algún tipo de protección.
“La situación que vemos con la población que viene de África, Asia o del Caribe, como Cuba o Haití, es más visible, pues a la condición de precariedad en que se encuentran desde que abandonaron su país se suma el hecho de que el gobierno les ha obligado a permanecer en Tapachula”, añadió.
La semana pasada los migrantes tuvieron roces con elementos de seguridad cuando elementos de la Policía Federal y de la Policía Militar, con distintivos de la Guardia Nacional, los desalojaron tras bloquear la autopista frente a la estación migratoria de Tapachula.
El llamado de Servicio Jesuita a Refugiados México se une al realizado en mayo pasado por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) quien pidió al Gobierno Federal activar y monitorear adecuadamente un plan de emergencia, para atender el movimiento migratorio que se ha intensificado al sur del país.
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