Luego de que un juez dictara el sábado una orden de aprehensión en su contra, a través de un escrito a la opinión pública, Winckler Ortíz manifestó que se demostró en su momento que el denunciante, quien se desempeñaba como jefe de ayudantes del exfiscal Luis Ángel Bravo Contreras, jamás fue objeto de desaparición forzada o privación ilegal de la libertad, que tampoco fue detenido y menos objeto de tortura ni maltrato.
En el texto, el exfiscal dice que el Ministerio Público, «violando su deber legal», no incorporó al expediente en su contra las pruebas o certificación realizada por un actuario federal, sin embargo, dijo que como hombre de leyes confía en las instituciones y en la justicia.
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