A pesar de que las autoridades se negaron a aprobar la marcha de este domingo, miles de manifestantes marcharon en el concurrido distrito comercial de Hong Kong.
Fue el decimoséptimo fin de semana consecutivo de disturbios en un movimiento de protesta en curso que ha visto marchas pacíficas a gran escala y enfrentamientos violentos con la policía.
Aunque la marcha del domingo atrajo a miles de manifestantes pacíficos de todas las edades, tomó un giro agresivo. La policía disparó gases lacrimógenos y gas pimienta a los manifestantes.
También usó un cañón de agua equipado con tinte azul, destinado a manchar a los manifestantes para facilitar su identificación posterior para alejar a las personas del área alrededor del Complejo Legislativo, una zona que a menudo ha sido un objetivo durante las manifestaciones en curso.
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