Siria.- El ejército ruso afirmó haber destruido desde principios de año cerca de 60 vehículos aéreos no tripulados enviados por los insurgentes a Siria contra su base militar en Hmeimim, situada cerca de territorios que aún están bajo control de los yihadistas y los rebeldes.
Según el General Igor Konachenkov, las fuerzas rusas interceptaron 58 vehículos aéreos no tripulados y 27 misiles desde dicha base en la zona de Latakia, corazón del régimen de Bashar al Asad en el noroeste del país.
«El sistema puede parecer rudimentario pero permite lanzar obuses desde una altura de 2 kilómetros», afirmó a los periodistas el general Konachenkov, el viernes, en un viaje de prensa organizado por el ejército ruso a Siria.
La mayor parte de los ataques provenían de las ciudades de Khan Sheikhun y Latamné, ambas recuperadas en agosto por el ejército sirio, que afirma haber descubierto allí fábricas de drones en grandes complejos subterráneos.
Pero los vehículos aéreos no tripulados también son lanzados desde otras partes de la provincia de Idlib, último gran bastión de los rebeldes y los yihadistas en Siria, que es objeto de un frágil acuerdo entre Rusia y Turquía para evitar una ofensiva a gran escala del régimen.
Rusia cuenta con sistemas de defensa antiaérea Pantsir S-1 y Tor M-2 en Hmeimim, que se utilizan para interceptar drones, así como baterías S-400 de última generación
domingo, 29 de septiembre de 2019
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