domingo, 19 de abril de 2020

SUDÁFRICA, LA GUERRA ENTRE EL COVID-19 Y EL HAMBRE

Sudáfrica, 19 abril 2020.- «Señor presidente, estamos atravesando una crisis alimentaria. Aquí hay una guerra», advierte Joani Fredericks, una activista de Sudáfrica, preocupada porque el confinamiento en su país ha derivado en choques con la policía y saqueos en los barrios más empobrecidos, a causa del hambre.

«Algunas personas vandalizaron tiendas, atacaron a gente. La única razón es que tienen hambre», explica Fredericks, miembro de una asociación, en un desgarrador video divulgado en redes sociales.

Esta semana, parte de los vecinos de Mitchells Plain, el suburbio de Ciudad del Cabo (suroeste) en el que ella vive, frustrados por no recibir alimentos por parte del gobierno, quemaron neumáticos y lanzaron piedras a la policía, que replicó con pelotas de goma y gases lacrimógenos.

A unos kilómetros de allí, agentes de seguridad privada asistieron, impotentes, al saqueo de un supermercado perpetrado por decenas de jóvenes. En Sudáfrica, primera potencia industrial del continente, en tiempo normal, el 20% de los hogares adolece de una falta de acceso a la alimentación, según la Oficina nacional de estadísticas.

Una situación que se ha degradado bruscamente con el confinamiento impuesto desde hace tres semanas para atajar la pandemia de coronavirus, y que el presidente, Cyril Ramaphosa, ha prolongado hasta finales de abril. Muchos habitantes de los «townships» y de las barriadas de chabolas del país perdieron su empleo y se quedaron sin ingresos de un día para otro.

Las autoridades pusieron en marcha un sistema de reparto de alimentos para los más vulnerables, pero son muchos los sudafricanos que todavía no han recibido los ansiados paquetes. En un contexto tan delicado, los expertos advierten que la violencia podría dispararse entre la población.

 «Si la gente no tiene qué comer, hay una fuerte probabilidad de que [se produzcan] conflictos violentos, incluyendo saqueos a gran escala», alerta por su parte el Instituto sudafricano de la Tierra Plaas.

«Si la policía y el ejército deciden hacer uso de la fuerza para que se cumpla con el confinamiento […], como ocurrió en los últimos días, la legitimidad del confinamiento podría acabar cuestionándose, lo que tendría unas consecuencias sanitarias desastrosas», añade Plaas.

Esta semana, la ministra de Desarrollo Social, Lindiwe Zulu, prometió que la distribución de alimentos mejorará.

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