Se trata de la primera etapa de un plan de desconfinamiento, elaborado de manera conjunta por la canciller Angela Merkel y los representantes de los 16 estados federados del país europeo.
Por este motivo, comercios como librerías, concesionarios de automóviles o negocios de comida, volvieron a abrir sus puertas. La única restricción, recae sobre aquellos establecimientos cuya extensión supere los 800 metros cuadrados.
Apenas el pasado viernes, el ministro de Salud alemán, Jens Spahn, explicó que dada la caída del promedio de personas contagias por cada enfermo de Covid-19 hasta el 0.7 por ciento y la disponibilidad de unas diez mil camas en unidades de cuidados intensivos, podía afirmarse que a nivel nacional, la epidemia «ya es controlable».
Pese a lo anterior, este mismo lunes la canciller Merkel se dijo «muy preocupada» por el riesgo de que a raíz de una relajación excesiva, los alemanes procedan a incumplir con las medidas de prevención básicas como el uso de cubrebocas.
Asimismo, durante una reunión con los dirigentes de su partido, la conservadora Unión Democrática Cristiana, la mandataria subrayó la importancia de poner fin a las «orgías de discusiones» en el país, con respecto a la posibilidad de una terminación total del confinamiento.
Hasta este lunes, Alemania contabiliza un total de 140 mil casos confirmados y 4 mil 500 decesos, como consecuencia de la enfermedad causada por el virus SARS CoV-2.
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