De acuerdo con Sinovac, la posible vacuna, elaborada con agentes patógenos inertes del virus SARS CoV-2, fue administrada en un total de ocho macacos Rhesus a los que posteriormente se infectó artificialmente.
El resultado arrojado mostró datos alentadores, en el marco de la carrera por una vacuna que logre contrarrestar de manera efectiva las afectaciones de la enfermedad que en lo que va del presente año, ha cobrado la vida de más de 190 mil personas alrededor del mundo.
«Los cuatro monos que recibieron la vacuna en una dosis alta no tenían ningún rastro del virus en los pulmones siete días después de su contaminación», puntualizó el personal del laboratorio en donde se completaron las pruebas. En el caso de los otros cuatro monos, a los que se les administró una dosis menor del fármaco, si bien tras la prueba continuaban mostrando una carga viral considerable en su organismo, también desarrollaron una cierta resistencia ante la enfermedad.
«Se trata de los primeros datos serios que veo sobre una vacuna experimental», destacó frente a este descubrimiento el virólogo de la escuela Icahn de medicina de Nueva York, Florian Krammer.
Por su parte, la inmunóloga Lucy Walker, de la University College de Londres, explicó que ahora «la pregunta es si esta protección dura tiempo». Hasta el momento, además de esta prueba desarrollada por Sinovac, el gobierno de China ya ha autorizado otros dos ensayos con potenciales vacunas, uno en Hong Kong y otro en la ciudad de Wuhan, epicentro de la pandemia.
Asimismo, cabe señalar que desde el pasado 16 de abril, el laboratorio con sede en la ciudad de Pekín comenzó con la práctica de ensayos clínicos en humanos de esta misma vacuna.
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