martes, 26 de mayo de 2020

PEMEX DESARROLLÓ PROYECTOS PARA TRANSFORMAR EL COMBUSTÓLEO EN GASOLINA Y DIÉSEL QUE NO SE CONCLUYERON

Tecámac, México, 26 mayo 2020.- En 2011 Pemex Refinación argumentando estrictas regulaciones ambientales inició diversos Proyectos de Conversión de Residuales para eliminar la producción de combustóleo en las Refinerías, lo anterior estuvo motivado por los nuevos esquemas de generación eléctrica en la Comisión Federal de Electricidad basados en gas natural, y la dificultad de colocar en el mercado el combustóleo.

Por dicha razón, se incorporaron en el esquema de refinación proyectos mediante el esquema de “fondo de barril” basados en un proceso de coquización retardada, que implica la operación de las plantas de destilación de crudo en la modalidad de corte profundo, agotando el residuo de vacío para el aumento en la producción de combustibles de alto valor con lo que se incrementaría la oferta de gasolina y diésel producidos en el país.

El Proyecto de Corte Profundo fue desarrollado por el IMP en conjunto con ExxonMobil Research and Engineering Co. (EMRE), en el cual se implementó tecnología de vanguardia que propuso modificaciones en las secciones de vacío y la operación a condiciones más severas, así como modificaciones estructurales en el esquema de proceso de las plantas aumentándose la temperatura de corte del residuo de vacío de 480°C a 545°C.

Con estos proyectos se incrementaría la producción de gasóleos totales de las plantas en un 21.3%, con lo que se podría incrementar la carga a la Planta de Craqueo Catalítico FCC para producir más gasolina. Esta recuperación adicional de gasóleos de corte profundo sobre rendimientos tradicionales, permitiría mejorar el balance económico de la refinería.

Adicional a ello, con las modificaciones en las secciones de destilación atmosférica de las Plantas de Destilación, se obtendría una producción adicional de nafta virgen.

Con estos proyectos se mejoraría la economía de la Refinería al aumentar el rendimiento de destilados de alto valor, en conjunto con la operación de la planta de coquización retardada con la que se eliminaría la producción de combustóleo, obteniéndose en cambio un 30% más de gasóleos para incrementar la carga de la Planta de Craqueo Catalítico FCC lo cual daría como resultado una mayor producción de gasolina de alto octanaje y diésel.

Al mejor rendimiento por la obtención de refinados de un mayor valor agregado, también se adicionó un beneficio ambiental muy importante en la zona de la refinería, por la reducción de emisiones a la atmósfera, derivada de la eliminación del uso de combustóleo y por una reducción en el quemado de hidrocarburos por unidad de barril procesado.

Para los proyectos de reconversión y coquizadoras en todas las refinerías se destinaron miles de millones de dólares y en la actualidad solamente funcionan con ineficiencias las plantas coquizadoras de la refinerías de Cadereyta, Madero y Minatitlán.

En las refinerías de Tula, Salina Cruz y Salamanca los proyectos quedaron inconclusos a pesar de la gran cantidad de recursos que se destinaron para ellos.

El caso más emblemático es el de la Refinería ‘Miguel Hidalgo’ de Tula en la que en noviembre de 2017, acompañado de un gran despliegue publicitario, el presidente Enrique Peña Nieto inauguró la Planta coquizadora.

Actualmente la Planta Coquizadora de Tula sigue en construcción y se menciona que mediante una alianza con una compañía japonesa, se espera ponerla en operación en 2024 mediante la inyección de nuevos recursos por el equivalente a 2 mil millones de dólares.

La falta de conclusión de las plantas coquizadoras para convertir el combustóleo en gasolina y diésel se han convertido en el cuello de botella de la Política de Soberanía Energética del Presidente López Obrador.

La solución técnica al problema de producción del combustóleo en las refinerías es que las termoeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad incrementen su consumo para la generación de energía eléctrica.

Por: Ing. Pablo Díaz Padilla

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