Guatemala, 12 octubre 2020.- El excomandante guerrillero guatemalteco César Montes fue detenido este sábado en México acusado por la muerte de tres soldados en 2019, un hecho que condujo al gobierno de su país a decretar «estado de sitio» en 22 municipios y a declararlo como el hombre más buscado de Guatemala.
Montes, de 78 años, cuyo nombre de pila es Julio César Macías López, fue detenido en el estado de
Guerrero por elementos de la Policía Internacional (Interpol) de México y
entregado a las autoridades guatemaltecas, informó el viceministro del Interior
del país centroamericano, Gendri Reyes.
El gobierno del entonces presidente Jimmy Morales
(2016-2020) decretó estado de sitio el 4 de septiembre de 2019, un día después
del incidente que fue presentado por el ejército como una emboscada en el
poblado caribeño de Estor, considerado un corredor del narcotráfico
y zona de conflictos sociales por la explotación minera.
Montes, fundador de la guerrilla
guatemalteca e integrante después de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR),
participó durante 36 años en la guerra civil de su país que finalizó el 29 de
diciembre de 1996 con la firma de acuerdos de paz. El conflicto armado dejó 200
mil muertos o desaparecidos, según la ONU.
El exguerrillero fue entregado el sábado a la
sede de migración del puesto fronterizo terrestre El Carmen, Malacatán San
Marcos (suroeste) y trasladado vía aérea a la capital guatemalteca para
presentarlo ante un juez competente, afirmó el funcionario.
El otrora guerrillero es acusado de los
delitos de asesinato, asesinato en grado de tentativa, asociación ilícita de
gente armada y usurpación agravada.
En una entrevista con la AFP el 12 de septiembre
de 2019, Montes, que pasó a la clandestinidad, negó estar involucrado en la
emboscada.
«Yo soy al que están buscando
vivo o muerto, con una cacería feroz, porque se ha desatado en Guatemala una cacería
terrible, como no lo están haciendo contra quienes tienen orden de captura por
la corrupción», afirmó.
«Yo estoy dispuesto a demostrar que soy
inocente. Primero, que no estaba presente (en la refriega), segundo que nunca
di una orden de fuego de nada», aseguró Montes en un lugar que prefirió no
identificar.
El exrebelde estimó que el estado de sitio buscó «acallar toda la resistencia a las minas de cielo abierto y el monocultivo (de la palma africana)», tras rechazar la versión del ejército de que es un aliado de los narcotraficantes.
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