El reportero Vijay Shankar Balakrishnan procuró deconstruir, para esta prestigiada revista, qué tanto de la controversia que rodea a la vacuna Sputnik V se debe a la ciencia y la ética médicas, y qué tanto a la geopolítica.
El 4 de septiembre se publicaron en la propia The Lancet los resultados de los estudios clínicos de fase 1 y 2 de la Sputnik V, dirigidos por Denis Logunov, lo cual no acalló los debates, sobre todo porque estos estudios en humanos se divulgaron sin que las pruebas en animales hubieran sido publicadas (y siguen sin publicarse).
Inmunólogos como Sheena Cruickshank (de la Universidad de Manchester) opinan que los resultados, al provenir de un estudio no aleatorizado, “sobrestiman los efectos del tratamiento con Sputnik V, porque la asociación entre la intervención y el resultado podría verse influida por un tercer factor, como la influencia de un médico”.
Sin embargo, Balakrishnan reporta que hay quienes ven méritos notables en la Sputnik V, como el vacunólogo Peter Hotez (del Colegio Baylor de Medicina en Texas), quien destaca que esta vacuna tiene una formulación en la cual se le quita el agua por medio vacío (un proceso llamado liofilización), lo cual permite su transporte a lugares distantes evitando una cadena de frío, lo cual es una limitante muy importante en países desarrollo. El proceso es “similar a la vacuna contra la viruela desarrollada por la Unión Soviética en la década de 1970”.
En comparación con otras vacunas contra Covid-19, que también usan adenovirus para expresar la proteína espiga (S) del virus, la tolerabilidad es similar y los niveles generales de anticuerpos neutralizantes del virus, aunque no son altos y “es difícil comparar”, son similares a algunas de las otras vacunas, dijo Hotez a The Lancet.
Por otro lado, la vacunóloga Tracy Hussell (de la Universidad de Manchester), considera que es posible que la exposición previa a otros adenovirus, que son una causa común de resfriados, pueda afectar la eficacia de este tipo de vacunas.
“En este contexto, las pruebas de fase 3 de la Sputnik V ya han comenzado. Sin embargo, los 40 mil voluntarios necesarios provocaron un debate político y de derechos humanos… La directora de un sindicato de médicos ruso, Anastasia Vasilieva, que expuso las fallas en las cifras de Covid-19 de Rusia, cuestiona los planes de vacunación masiva y la obligatoriedad del voluntariado como un ‘sabotaje real’”, señala Balakrishnan.
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