Entre las piezas que el Presidente quiere traer a México se encuentra el Penacho de Moctezuma. Historiadores indican que el Quetzalapanecáyotl fue obsequiado por Moctezuma II a Hernán Cortés en 1519, junto con otras 150 piezas como regalo para el rey Carlos I de España.
“Le recomendé que insistiera en el penacho de Moctezuma, aunque se trata de una misión casi imposible», reconoció el Presidente.
«Se lo han apropiado por completo, al extremo de que ni a Maximiliano de Habsburgo se lo prestaron cuando nos invadieron e impusieron al llamado Segundo Imperio Mexicano”, agregó López Obrador.
El Penacho de Moctezuma o Quetzalapanecáyotl es un tocado de casi dos metros de diámetro. Esta hecho con plumas de quetzal y de charlador turquesa, engarzado con oro y piedras preciosas.
Actualmente esa pieza se exhibe en el Museo de Etnología de Viena, Austria. En varios intentos se ha buscado que vuelva a México, pero no se ha logrado.
La imposibilidad de traer el penacho es por su fragilidad. «Al menos hasta que exista una tecnología que evite el impacto de la más mínima vibración durante el viaje», dicen expertos austriacos.
Existe una copia del Penacho de Moctezuma, realizada en 1940, que está en exhibición en el Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México.
“Esta obra, representativa del arte plumario mexicano del siglo XX, se considera pieza única debido a que tanto el quetzal como el charlador turquesa son especies protegidas para evitar su extinción. En los aviarios especializados, así como en las selvas de México y Centroamérica, no se cuenta con el suficiente número de aves que pudieran proveer, por medio de la colecta de muda, las largas plumas caudales propias del quetzal macho ni las cobertoras del pequeño pájaro azul turquesa”, se lee en la descripción del Museo Nacional de Antropología.
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