Alemania, 17 octubre 2020.- En Alemania, donde los casos de Covid-19 se están disparando, también van en aumento la indignación y el desconcierto, después de que autoridades regionales decidieran imponer restricciones a los turistas nacionales procedentes de zonas «de riesgo» en el interior del país. Acusados de sembrar confusión entre los alemanes ante las vacaciones de otoño, finalmente algunos estados decidieron suavizar estas restricciones. Las vacaciones ya empezaron en octubre y se extenderán hasta principios de noviembre.
Los 16 estados federales, que tienen la competencia de Sanidad, son libres de fijar sus propias restricciones, sin que el gobierno federal de Angela Merkel pueda interferir.
Muchas de esas regiones, especialmente las menos pobladas, exigieron test de menos de 48 horas y, en ocasiones, periodos de cuarentena, a los viajeros de zonas alemanas consideradas «de riesgo», es decir, en la que cada día se registran, al menos, 50 nuevas infecciones por cada 100 mil habitantes.
Si no se cumplen esas condiciones, los visitantes no pueden hospedarse en hoteles o apartamentos turísticos como los que ofrece la plataforma Airbnb.
Pero cada vez hay más zonas «de riesgo» y Alemania registró el jueves un récord absoluto de nuevos contagios, con 6 mil 638 casos de coronavirus en 24 horas.
En Renania del Norte-Westfalia, el estado más poblado, un habitante de cada cuatro, esto es, alrededor de cuatro millones de personas, vive en una zona de riesgo. Berlín y sus casi 3.7 millones de habitantes también están afectados, así como Stuttgart, Fráncfort, Múnich o Bremen.
El gobierno instó a los alemanes a pasar sus vacaciones en el país y no en el extranjero, pero ahora se han visto atrapados por la situación y muchos no entienden cómo la normativa sanitaria les permite viajar por Europa o ir a Asia pero no visitar la costa del mar Báltico o Brandeburgo, el estado que rodea a la capital, eminentemente rural.
En cambio, las visitas a familiares están autorizadas en la mayoría de los estados.
El país amplió el jueves su lista de zonas «de riesgo», incluyendo la región fronteriza francesa, y otros sectores en Italia y Polonia.
Angela Merkel y los líderes de los 16 estados regionales se reunieron durante varias horas, pero no alcanzaron ningún acuerdo sobre una normativa nacional común. La canciller no disimuló su frustración y se declaró «insatisfecha» con el statu quo.
sábado, 17 de octubre de 2020
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