Los negocios del primer cuadro recibieron la visita de capitalinos, quienes salieron en busca de adquirir los productos que a partir de mañana ya no estarán a la venta debido a que estos sitios permanecerán cerrados debido a las restricciones impuestas por las autoridades.
Como se requirió desde su reapertura, estos negocios cumplen con las medidas sanitarias. Sin embargo, las personas se aglomeraron en las inmediaciones de estos lugares sin respetar la distancia recomendada, lo que representa un riesgo de contagio.
Además, estas “compras de pánico” aumentaron el flujo de capitalinos por las calles del Centro Histórico, otro factor de riesgo.
Desde la reanudación de actividades no esenciales en la Ciudad de México se notó un flujo cada vez mayor de personas en las calles, algunas de ellas sin cubrebocas o sin hacer uso correcto de él.
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