En Minsk, la capital, los manifestantes marcharon repartidos en varios grupos –algunos, de decenas de personas; otros, de centenares–, constató una periodista de la AFP.
Más de 30 personas fueron detenidas en Minsk y en otras ciudades del país, según el centro Viasna de defensa de Derechos Humanos.
La policía patrullaba por las calles de la capital con perros y cañones de agua, observó la reportera de la AFP.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko (66 años), gobierna en el país desde 1994 y es objeto de un movimiento de protesta inédito desde su polémica reelección, a principios de agosto, que la oposición y países occidentales consideraron fraudulenta.
Apoyado por Moscú, Lukashenko se niega a dejar el poder y ha intentado atajar las protestas anunciando varias reformas constitucionales, bastante difusas, y con una campaña de represión contra los manifestantes.
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