“Debe mantenerse una suspensión de armas hasta que las fuerzas de seguridad colombianas cumplan plenamente con el derecho y las normas internacionales sobre el uso de la fuerza», indicó la organización.
«Los abusos sean investigados de manera independiente e imparcial y exista plena rendición de cuentas por todas las violaciones de derechos humanos cometidas por las Autoridades colombianas, con apoyo de Estados Unidos. El secretario Blinken tiene el poder de detener el miedo y el terror que padecen los manifestantes colombianos, y debe hacerlo de inmediato”, se lee en el comunicado de prensa.
Esta exigencia hace referencia al fin del suministro de armamento, equipo y asistencia con Colombia, hasta que las fuerzas de seguridad «cumplan plenamente con el derecho y las normas internacionales sobre el uso de la fuerza» y los abusos de los uniformados sean investigados «de manera independiente e imparcial».
La lista incluye la prohibición de las siguientes herramientas:
Escopetas, armas pequeñas y municiones. Gas lacrimógeno y proyectiles antidisturbios. Vehículos blindados. Tecnologías de vigilancia de doble uso. Capacitación y cualquier otra asistencia técnica o financiera.
Un paro nacional comenzó el 28 de abril en Colombia y ha continuado con múltiples manifestaciones masivas en todo el país. El gobierno respondió a las protestas desplegando al ejército y al escuadrón antidisturbios de la policía (ESMAD).
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