Los ministros de Finanzas y Sanidad de Johnson dimitieron el martes, junto con varios dirigentes de rango menor en los ministerios, diciendo que no podían seguir en el Gobierno a raíz del último de una serie de escándalos que ha salpicado su administración en los últimos meses.
Un número cada vez mayor de diputados de su Partido Conservador han dicho que el juego ha terminado para Johnson. Sin embargo, el mandatario ha mostrado su determinación de seguir en el cargo nombrando a Nadhim Zahawi, hasta ahora ministro de Educación, como nuevo ministro de Economía, y cubriendo algunas de las demás vacantes.
El nivel de hostilidad al que se enfrenta dentro de su propio partido quedará al descubierto este miércoles, cuando comparezca ante los legisladores en su sesión semanal de preguntas, antes de enfrentarse a los presidentes de las comisiones parlamentarias en un interrogatorio programado de dos horas.
"Sospecho que tendremos que sacarlo a rastras de Downing Street", dijo un legislador conservador a Reuters, hablando bajo condición de anonimato. "Pero si tenemos que hacerlo así, lo haremos".
El liderazgo de Johnson se ha visto envuelto en escándalos y pasos en falso en los últimos meses. El primer ministro fue multado por la policía por infringir las leyes de confinamiento por el Covid-19 y un informe condenatorio publicado sobre el comportamiento de los altos cargos de su oficina de Downing Street que infringieron las normas de confinamiento.
También ha habido cambios de rumbo en sus políticas, una desafortunada defensa de un legislador que infringió las normas de los grupos de presión, y críticas de que no ha hecho lo suficiente para abordar la crisis del coste de la vida, mientras muchos británicos se enfrentan al alza de los precios de los combustibles y los alimentos.
En el último escándalo, Johnson se disculpó por nombrar a un legislador para el cargo de número dos del grupo parlamentario conservador, pese a haber sido informado de que el político había sido objeto de denuncias por mala conducta sexual.
El escándalo provocó la dimisión de Rishi Sunak como ministro de Hacienda y de Sajid Javid como Secretario de Sanidad, mientras que otra media docena de personas abandonaron sus puestos de secretarios.
Un sondeo de YouGov reveló que el 69% de los británicos pensaba que Johnson debía abandonar el cargo de primer ministro, pero por el momento el resto de su equipo ministerial le ofreció su apoyo.
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