«Hay un restaurante con un piano bar arriba llamado “Anónimo” hay otros salones más privados donde permiten prostitución y ahí se encierran variedad de políticos a hacer convivios de “hombres”. Nadie me lo contó. Aguas», escribió en su cuenta de Twitter Alessandra Rojo de la Vega.
La otrora colaboradora de Mauricio Tabe y también exdiputada local por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) desató nuevamente la polémica por el establecimiento que, desde 2020, fue denunciado en redes por los vecinos de Polanco, quienes –en su momento– se quejaron de los que llamaron “un antro disfrazado de restaurante”, que violaba las disposiciones sanitarias de la pandemia.
La publicación de Rojo de la Vega causó polémica en redes, donde los usuarios rápidamente señalaron a otros establecimientos en los que presuntamente se tienen prácticas similares, como El Derroche en la colonia Roma; el Belvedere, también en Polanco y La Távola en la colonia Del Valle.
En México el trabajo sexual no es ilegal, siempre y cuando éste se practique de manera voluntaria y entre personas mayores de edad. Sin embargo, si una de las partes lo hace de manera forzada, o un tercero obtenga beneficios o saque provecho de esta actividad podría ser un caso de trata de personas.
La CDMX es de las entidades en la que más se reportan casos de trata de personas que pueden ser con fines de explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud, servidumbre, o a la extirpación de un órgano, tejido o sus componentes.
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