Además, la artillería pesada se movilizó a poblaciones rurales en donde existen células delictivas; sumado a ello, la estrategia militar también tiene contemplada la utilización de aeronaves en zonas remotas de Michoacán.
Con la ofensiva militar, se busca detener objetivos del crimen y recuperar el orden público en comunidades con presencia delictiva.
Desde el martes, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) envió artillería para salvaguardar la seguridad pública.
Un número aún no precisado de tanquetas llegaron a la región de Tierra Caliente; sin embargo, en varios puntos carreteros del estado, se pudieron observar vehículos militares blindados.
Desde el lunes, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, anunció que 400 soldados arribarían a la región de Apatzingán para sumarse a las tareas de seguridad.
La llegada de artillería y más militares a Michoacán se registró después de que cuatro militares resultaron heridos tras estallar una mina “sembrada” en la comunidad de Los Llanos.
El crimen organizado “sembró” minas para frenar el arribo de las fuerzas del orden.
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