Francia, 1 julio 2023. La violencia se intensificó en ciudades como Marsella, Lyon, Pau, Toulouse y Lille, así como en algunas zonas de París, entre ellas el barrio obrero de Nanterre
En un primer intento por sofocar la violencia, el ministro del Interior, Gerald Darmanin, había aumentado la presencia de la policía nacional a 45 mil agentes, 249 de los cuales resultaron heridos.
En medio de las protestas que asolan a Francia desde el trágico fallecimiento de un adolescente en Nanterre, una armería en Marsella fue asaltada la noche de este viernes. Los delincuentes se llevaron consigo varios rifles de caza, que según las autoridades no tenían municiones.
La policía del departamento de Bouches-du-Rhône informó a través de Twitter que realizaron 80 arrestos durante la noche de este viernes, lo que ha llevado al alcalde de la ciudad a solicitar refuerzos policiales adicionales. A nivel nacional, el ministro del Interior, Gérard Darmanin, informó que se han efectuado 270 arrestos, con 38 en Lyon y 19 en Toulouse.
Paralelamente a las protestas, un grupo de hackers sudaneses conocido como "Anonymous Sudan" afirmó en su canal de Telegram que están atacando servicios de instituciones francesas. Informaron que la tarde del viernes habían llevado a cabo ataques a dos hospitales de Lyon y Marsella, provocando saturaciones en sus sistemas.
En todo el país, los alborotadores han incendiado edificios, autos y saqueado tiendas, lo que ha llevado a Francia a buscar soluciones urgentes. La muerte del joven de 17 años, capturada en video durante un control de tráfico, ha encendido un antiguo resentimiento presente en las comunidades urbanas pobres y racialmente mixtas, generando acusaciones de racismo sistémico en las fuerzas del orden.
En una noche de enfrentamientos, más de doscientos policías resultaron heridos y 875 personas fueron detenidas, de acuerdo con las autoridades. Esto sucedió a medida que los alborotadores desafiaban a los agentes de seguridad en pueblos y ciudades de toda Francia.
Para contrarrestar esta situación, la primera ministra Elisabeth Borne anunció que el gobierno estudiará "todas las opciones" para restablecer el orden, calificando la violencia de "intolerable e inexcusable". Por su parte, el presidente Emmanuel Macron, quien culpa a los videojuegos, solicitó a las plataformas de redes sociales eliminar las imágenes "más sensibles" de los disturbios y revelar las identidades de los usuarios que fomentan la violencia.
Macron, quien hasta ahora ha descartado declarar el estado de emergencia, interrumpió temprano una cumbre de la Unión Europea en Bruselas para asistir a la segunda reunión de crisis del gabinete en dos días.
El presidente también anunció que algunos eventos públicos serían cancelados en las regiones afectadas por los disturbios, aunque no proporcionó detalles específicos. En Marsella, se prohibieron las manifestaciones públicas, se detuvo todo el transporte público a partir de las 19:00 horas, y se aconsejó a los restaurantes cerrar temprano sus áreas de comedor al aire libre.
La violencia se intensificó en ciudades como Marsella, Lyon, Pau, Toulouse y Lille, así como en algunas zonas de París, entre ellas el barrio obrero de Nanterre, donde murió Nahel M., el adolescente de 17 años de ascendencia argelina y marroquí.
sábado, 1 de julio de 2023
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