De acuerdo con información que incluso se ha denunciado en redes sociales, los locatarios de dicha central imponen precios elevados en productos de primera necesidad como el aguacate, por ejemplo, que en las calles tiene que comercializarse hasta en 100 pesos por kilo.
Lo mismo ocurre con frutas, verduras y materias primas.
Otro problema que se ha generado es el pesaje inexacto de las frutas y verduras que adquieren los comerciantes, quienes comprueban estos abusos una vez que utilizan las básculas en sus negocios.
El problema de los kilos inexactos se deriva desde la venta a granel de jitomate, cebolla o tomates, los cuales generalmente se entregan en cajas de madera, mejor conocidos como huacales, con la mentira de que equivalen a un peso que no es el correcto.
Ante esta ola de quejas los consumidores solicitan la intervención de las autoridades para que frenen esta ola de injusticias, ya que esto perjudica directamente sus ganancias comerciales y por ende se genera una merma en sus comercios.
“Se supone que acudir a estos lugares de abasto nos beneficie económicamente y podamos representar una alternativa económica para las reinas del hogar”, opinó don Juan un locatario de uno de los mercados populares que hay en el municipio.
Otro de los abusos en los que incurren en la Central se comete en el precio de la fresa, el costo del fruto oscila entre los 80 y cien pesos por kilo, cuando hace algunas semanas tenía una oferta de hasta dos kilos por 55 pesos, acusó una ama de casa.
Los afectados esperan que las autoridades estatales o municipales tomen cartas en el asunto y advirtieron que de todo lo sucedido la Procuraduría Federal del Consumidor ya tiene conocimiento.
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