“La Joven de Amajac” llegó para quedarse en Paseo de la Reforma, pero no en sustitución de la estatua de Colón, sino a un costado, ante la oposición de grupos feministas que defendieron la llamada “antimonumenta”, por lo que el gobierno de la Ciudad de México buscó espacio para que ambos monumentos convivan.
Luego de muchas polémicas, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, presidió la ceremonia de develación del monumento “La Joven de Amajac”, ubicado en Avenida Paseo de la Reforma, a un costado de la ahora llamada “Glorieta de las Mujeres que Luchan”.
En el espacio que ocupaba la estatua de Colón se mantiene “antimonumenta”, que representa la lucha de las feministas y que renombraron como “Glorieta de las mujeres que luchan”, así que la nueva escultura se encuentra en el costado derecho (dirección norte o La Villa), entre Versalles y Avenida Morelos.
Batres expuso que el propósito de esta escultura es rendir homenaje, reconocer y reivindicar la lucha de las mujeres indígenas en la historia de México, simbolizando la resistencia al colonialismo y el racismo, y cumplir con el compromiso de reconocimiento a las comunidades indígenas que residen en la ciudad.
El mandatario capitalino destacó la importancia de este acto como un momento histórico en la capital, donde se busca dar visibilidad y valorar la historia de los pueblos originarios y comunidades indígenas. Martí Batres resaltó que “La Joven de Amajac” representa múltiples símbolos de subalternidad, al ser indígena, mujer, joven y, a la vez, haber sido una gobernante.
Estuvo presente en la ceremonia el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, quien señaló que este monumento marca un cambio en la visión histórica sobre Cristóbal Colón y los conquistadores españoles, desplazando la idea de que fueron los civilizadores y desarrolladores de los pueblos mesoamericanos.
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