Chilpancingo, 10 julio 2023. La capital de Guerrero vivió un domingo de miedo. La ciudad estuvo vacía, los negocios cerrados, pocas personas en las calles y mucho menos transporte público, mientras la alcaldesa Norma Otilia Hernández aseguraba a su equipo que “todo está bien” y no la tumbarán.
El sábado, Chilpancingo vivió una ola de violencia que dejó seis choferes asesinados y nueve unidades de transporte público atacadas a balazos e incendiadas.
La violencia desató miedo y zozobra en la población: escuelas anunciaron la cancelación de clases y ceremonias de graduación, se suspendieron fiestas y el mercado Baltazar R. Leyva Mancilla, que suele estar atiborrado, este domingo lució vacío.
La alcaldesa morenista Norma Otilia Hernández Martínez, sigue sin dejarse ver tras la publicación de fotografías y el fragmento de un audio donde se ve y se escucha que saluda al líder de la organización criminal Los Ardillos, Celso Ortega Jiménez.
Lo último que se supo de ella fue a través de un mensaje de voz que envió a su equipo de trabajo, en el cual se muestra preocupada, pero por mantener su cargo.
“Vamos a pasar este tipo de crisis. No es la primera, ya son, creo, como cinco crisis que hemos pasado desde el inicio de nuestra administración y no nos han tumbado, todo va a salir a la luz, como siempre lo hemos hecho, y vamos a salir muy, muy fortalecidos”, subrayó Hernández Martínez.
En tanto, la ciudad que gobierna este domingo continuaba sumida en el miedo. Desapareció el tráfico y apenas unas combis y taxis pasaron por las calles, muy pocos choferes se atrevieron a salir a trabajar. En las banquetas pocos caminan, muchos de los negocios no abrieron, en la Plaza Cívica y el Zócalo casi no hay nadie.
Lo cierto es que la cacería de la tarde del sábado contra choferes del transporte público fue implacable. Seis fueron asesinados, dos de ellos quemados dentro de los taxis, otros cuatro quedaron heridos y nueve unidades más fueron atacadas, las balacearon, les prendieron lumbre y hasta les lanzaron bombas molotov.
La misma tarde del sábado las rutas de transporte público hacia Chilpancingo suspendieron el servicio, al igual que las que salen de la capital de Guerrero a la comunidad de Petaquillas y a los municipios de Chilapa, Mochitlán, Quechultenango, Tixtla y Juan R. Escudero. Este domingo las bases estuvieron vacías.
La noche del sábado cientos de personas caminaban por las calles en busca de un transporte que los llevara a sus casas. La mañana de este domingo, la escena fue similar: las paradas estaban llenas de pasajeros esperando una combi o taxi. Después del mediodía comenzaron a salir algunas unidades con la advertencia de que al primer balazo el servicio se suspendía.
La ciudad es vigilada por elementos del Ejército y la Guardia Nacional y policías estatales, aun así poca gente salió.
La violencia no se quedó en Chilpancingo, el sábado en Acapulco se reportaron cinco personas asesinadas en menos de dos horas.
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