De acuerdo a la denuncia presentada ante el árbitro electoral, las menciones hechas en las ruedas de prensa diarias “reproducen patrones y estándares históricos que han colocado a la mujer siempre por debajo de los intereses y estrategias de los hombres”.
La queja abarca también lo publicado por las redes sociales oficiales del Gobierno mexicano, que la acusaron de ser “la representante de la oligarquía”. Por estos mensajes fueron denunciados también los miembros del equipo de comunicación de Presidencia, como el vocero presidencial, Jesús Ramírez.
López Obrador encontró hace días su nueva mayor contrincante. En apenas unas conferencias mañaneras cargó varias veces contra Gálvez, a quien calificó como “la candidata de la mafia en el poder” y “la candidata de [Carlos] Salinas, [Vicente] Fox, Claudio X. González y otros traficantes de influencias”, y acusó de estar siendo “inflada” por un par de empresarios. “En las conferencias mañaneras y en los mensajes de Twitter difundidos por el Gobierno federal se sostuvo que: mi camino está decidido por diversos hombres, que cualquier aspiración que pueda tener depende de lo que diga un grupo de hombres, y que me está inflando ese grupo de hombres, no la ciudadanía ni mi trayectoria”, relata la senadora en la denuncia.
La pelea entre el presidente y la senadora se profundizó hace apenas unas semanas, cuando el nombre de Gálvez comenzó a tomar vuelo entre los aspirantes a candidatos presidenciales de la alianza Va por México. Su imagen de mujer simple, que viste huipil y anda en bicicleta, originaria de un pueblo de Hidalgo y con raíces indígenas, generó una rápida respuesta positiva, principalmente en redes sociales. Esto llevó a que los ataques de López Obrador arreciaran. “Las afirmaciones”, reclama la precandidata de la oposición en la demanda, “me reducen al resultado de un consenso entre hombres”. “Se minimiza mi trayectoria, resultados y trabajo y me coloca como un objeto manipulado por el patriarcado”, agrega.
Entre las cosas que señala Gálvez en la denuncia está la declaración del presidente de que la oposición necesitaba a una mujer que sea de un pueblo porque creían que así conseguirían el voto del pueblo. “Claramente apoya un estereotipo de género, en cuanto a que las mujeres solo cubrimos cuotas o somos usadas para cubrir ciertos espacios”, detalla el documento. Cuando los ataques de López Obrador se profundizaron, la senadora le acusó expresamente de ser machista. “¿Qué machismo puede haber? En este Gobierno federal somos como un 1.5 millones de servidores públicos, la mayoría mujeres”, se defendió entonces el presidente. El equipo de Gálvez ha interpuesto una segunda denuncia contra los mismos por hacer uso de recursos públicos para emitir y promocionar estos dichos del presidente.
Las medidas cautelares que Gálvez pide al INE que emita al presidente y su equipo son ordenarles que no emitan ni reproduzcan mensajes que puedan contener violencia política de género, que eliminen los que ya lanzaron en los últimos días y que haga un llamado a los actores políticos a eliminar este tipo de pronunciamientos.
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