La próxima semana, los primeros tanques Abrams estadounidenses serán entregados en Ucrania", dijo Biden en la Casa Blanca, junto a su homólogo ucraniano Volodimir Zelenski, quien llegó a Estados Unidos por segunda vez desde que Rusia invadió su país en febrero de 2022.
El respaldo de Estados Unidos a Ucrania incluye un nuevo tramo de asistencia militar valuado en aproximadamente 325 millones de dólares, según lo estimado por el Pentágono.
Esta ayuda militar incluye una variedad de armamento, como misiles de defensa antiaéreos, municiones para los lanzacohetes Himars, armas antitanque y municiones de artillería.
Sin embargo, Estados Unidos no proporcionará por el momento los misiles de largo alcance ATACMS, que fueron solicitados por Ucrania. En cambio, la nueva asistencia incluye las controvertidas municiones de racimo que Estados Unidos acordó entregar a Kiev en julio pasado.
Estas armas han sido objeto de críticas debido a las preocupaciones sobre las víctimas colaterales, especialmente civiles.
Las municiones de racimo están prohibidas en varios países, especialmente en Europa, por los firmantes de la Convención de Oslo de 2008. Sin embargo, ni Estados Unidos, Rusia, Ucrania ni China son parte de esta convención.
Washington ha declarado que ha recibido garantías por parte de Kiev de que se minimizará el riesgo de estas armas para los civiles, evitando su uso en zonas densamente pobladas.
En total, Estados Unidos ha prometido enviar un total de 31 tanques Abrams a Ucrania, equipados con municiones de 120 mm con uranio empobrecido. Estas municiones también han generado controversia debido a los riesgos tóxicos que plantean tanto para los militares como para la población civil.
La entrega de estos tanques, armas y la asistencia militar adicional subrayan el compromiso de Estados Unidos de respaldar a Ucrania en medio de la creciente tensión en la región y su enfrentamiento con Rusia.
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