lunes, 16 de octubre de 2023

Un mes de El Insurgente: un tren milmillonario que viaja semivacío

Zinacantepec, Edomex, 16 octubre 2023. El cielo nublado de Toluca va a juego con la primera estación: Zinacantepec, una mole de cemento y metal de color gris. Un operario vestido con un mono azul está subido a un pedestal en la segunda planta de la estructura para soldar una parte de las escaleras, a pesar de que el Tren Interurbano México-Toluca lleva inaugurado desde el 15 de septiembre.

Son los últimos arreglos de las cuatro paradas operativas —de siete previstas— de El Insurgente, el nombre que López Obrador puso a una obra que heredó de la administración de Peña Nieto (2012-2018), y que pretende unir en 40 minutos la capital del Estado de México con la del país. De momento, tras nueve años de construcción y más de 90,000 millones de pesos gastados, los únicos que lo usan son los toluqueños para ir de un punto a otro de su ciudad.

En la entrada de Zinacantepec, hay una solo máquina para sacar los billetes y una estrecha caseta blanca donde un trabajador los vende en mano. El precio es de 15 pesos, una tarifa promocional que estará vigente hasta junio de 2024, cuando se espera que las últimas tres paradas en Ciudad de México estén construidas para completar el recorrido. No se puede pagar con tarjeta, sin embargo, un moderno código QR es el método de entrada a los andenes. En la tercera planta, de cara a las vías, llega el moderno ferrocarril con los colores de la bandera de México, que pasa con una frecuencia de 21 minutos de 6.00 a 23.00.

Esperan la llegada de los vagones unos 30 miembros de seguridad totalmente vestidos de negro, que por poco casi sobrepasan a los pasajeros que se suben.

El interior de los cinco modernos vagones que componen este transporte cuenta con cómodos asientos de color beige que dan capacidad para 719 personas.

A través de los amplios ventanales del tren se ve al sur una gran montaña y, más cerca, unos caballos que corren en una explanada de hierba, mientras la megafonía anuncia la llegada a Metepec, la siguiente parada. Allí bajan unas 30 personas y suben unas 20.

El Insurgente tiene una velocidad promedio de 60 kilómetros por hora, que hace el trayecto entre las cuatro paradas de los municipios de Toluca, Metepec y Lerma, en 16 minutos, según las estimaciones oficiales. El trayecto de 20 kilómetros, sin embargo, se hace en unos 26 minutos desde Zinacantepec hasta la última parada, la de Lerma. Allí se bajan unos 40 pasajeros.

El trayecto que hará el tren cuando esté disponible para llegar a Ciudad de México lo hará a una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora, el recorrido de 58 kilómetros se cubrirá en tan solo 40 minutos desde Zinacantepec hasta Observatorio, donde se enlaza con el metro de la capital. La obra estará terminada este diciembre y operativa en abril de 2024, según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

La obra fue uno de los grandes proyectos del sexenio del priista Enrique Peña Nieto, que proyecto la construcción del tren entre 2014 y 2017 con un presupuesto de 30,000 millones de pesos.

López Obrador recogió el fracaso de Peña Nieto con un 85% de la obra completada. Decidió que lo mejor era terminar la construcción, que finalmente tendrá un coste total de 94,000 mil millones de pesos. Es el precio más elevado en el sexenio de los ferrocarriles, que tiene como piedra angular el Tren Maya, un recorrido de más de 1,554 kilómetros por el sur del país. Si tenemos en cuenta el precio por kilómetro, según los datos oficiales, El Insurgente costará seis veces más que el Maya.

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