El legislador de la 4T señaló que desgraciadamente la población naucalpense, ha aumentado en gran medida su capacidad de asombro y se ha adaptado a este tipo de situaciones porque prevalece un ambiente de violencia, estos hechos violentos son muestra de las promesas incumplidas, del gobierno que encabeza Angélica Moya Marín, quien promete un Naucalpan más seguro y comprometido con su gente, y en las comunidades no se ve nada de eso.
Es la realidad de Naucalpan, afirmó el también vecino de Izcalli Chamapa, 9 de cada 10 habitantes se sienten inseguros y pareciese no existir una estrategia de seguridad por parte de la autoridad municipal para hacer frente al crimen desbordante, que tiene secuestrada a la población, que se siente con miedo e insatisfecha con las autoridades, y que en algunos aspectos hay normalización de la violencia y de la criminalidad.
El diputado de Morena expresó, es muy común que no haya una capacidad de respuesta como en este caso, donde prácticamente sabemos que la policía municipal ni siquiera pudo responder ante la emergencia.
Estas acciones, se multiplican y se nota en todas las comunidades sin excepción, ya sea en colonias, fraccionamientos o en los pueblos, donde la población se ve obligada a organizarse por sí misma para resistir ante el crimen desbordado, apuntó Isaac Montoya.
Subrayó, “la comunidad ha tenido la obligación y la necesidad de enfrentar el crimen a través de coordinarse, lograr una organización de base, le han apostado a hacer en algunas comunidades, vigilancia vecinal, así como rondines, sobre todo la colocación de alarmas vecinales, cámaras de seguridad y algunos puntos de control”. Tienen que hacer uso de la creatividad y de alternativas frente a la ausencia de la seguridad por parte del gobierno municipal.
Insistió, la criminalidad, muchas veces va de la mano de pactos de impunidad que desgraciadamente promueve la incidencia delictiva de alto impacto, porque permite que cualquier criminal que quiera cometer algún delito, saber que puede hacerlo con impunidad.
Hay un panorama muy complicado para la mayoría, dijo, porque ante las redes de corrupción temen denunciar ante las Fiscalías, porque hay mucha filtración, ordenes de aprehensión sin completarse, aunado a una policía municipal, sumamente abandonada, carente de prestaciones, con seguros de vida sin pagar que hacen temer a los oficiales, a los elementos de la policía el llevar a cabo un trabajo digno, porque no hay garantías laborales.
Aunado a que los altos mandos, lejos de promover, premiar y gratificar a quienes desempañen un trabajo adecuado, en la persecución de atajar los crímenes, que es la función de la policía municipal, parece que se premia al que extorsiona y recauda por las vías ilícitas, y al que es honesto, y se pone al servicio de la comunidad, en ocasiones se les relega, puntualizó.
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