Franja de Gaza, 14 noviembre 2023. Otras 200 mil personas han huido del norte de la Franja de Gaza desde el 5 de noviembre, dijo la oficina humanitaria de Naciones Unidas este martes, mientras las fuerzas terrestres israelíes combaten a los insurgentes palestinos en torno a hospitales donde los pacientes, los recién nacidos y los médicos están varados sin electricidad y con cada vez menos suministros.
La oficina humanitaria, conocida como la OCHA, indicó
que en el norte queda apenas un hospital que pueda recibir pacientes. Los demás
ya no pueden operar y la mayoría sirven de refugios a los combates, incluyendo
el más grande, el de Shifa, que está rodeado por las tropas israelíes y donde
hay 36 bebés en peligro de muerte porque ya no electricidad para las
incubadoras.
La guerra, que está en su sexta semana, comenzó tras
el ataque sorpresa de Hamas a Israel, en el que los insurgentes masacraron a
cientos de civiles y se llevaron a unas de 240 personas a Gaza como rehenes.
Durante casi tres semanas, Israel lanzó intensos bombardeos aéreos sobre el
sitiado territorio antes de una campaña terrestre con infantería y tanques en
el norte. La guerra ha matado a miles de civiles palestinos y sembró una
destrucción generalizada en el empobrecido enclave costero.
Israel instó a la población civil a evacuar la Ciudad
de Gaza y sus inmediaciones en el norte, pero el sur del territorio no es mucho
más seguro. Israel lleva a cabo ataques aéreos frecuentes en todo el enclave
contra lo que identifica como objetivos insurgentes, pero a menudo mata a
mujeres y niños.
Los refugios gestionados por la ONU en el sur están
muy por encima de su capacidad, con una media de un retrete para 160 personas.
En total, alrededor de 1.5 millones de palestinos, más de dos tercios de la
población de la Franja, han huido de sus hogares.
La gente hace fila durante horas para conseguir el
escaso pan y agua salobre. La basura se amontona, las aguas residuales inundan
las calles y no hay agua potable porque no hay combustible para bombas de agua
ni plantas de tratamiento. Israel ha prohibido la importación de combustible
desde el inicio de la guerra alegando que Hamas lo utilizaría para fines
miliares.
La miseria se ha visto agravada por la llegada del
frío y la lluvia. En un asentamiento con tiendas de campaña en el exterior de
un hospital en Deir al-Balah, una ciudad del centro del territorio, la gente
caminaba entre el lodo mientras extendían lonas de plástico sobre las frágiles
carpas.
“Todas esas tiendas se derrumbaron por la lluvia”,
afirmó Iqbal Abu Saud, quien escapó de la Ciudad de Gaza con 30 de sus
familiares. "¿Cuántos días tendremos que aguantar esto?”.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos, que trata de ofrecer servicios básicos a las más de 600 mil personas que se refugian en escuelas y en otras instalaciones en el sur, indicó que podría quedarse sin combustible el miércoles, lo que obligaría a suspender la mayoría de sus operaciones. Además dijo que no podía seguir importando los limitados suministros de alimentos y medicinas a través del paso de Rafah, en la frontera con Egipto, el único enlace de Gaza con el mundo exterior.
Con las fuerzas israelíes combatiendo a los
insurgentes palestinos en el centro de Gaza, la principal ciudad del enclave,
ambos bandos han puesto su atención en la difícil situación en los hospitales.
Las imágenes de los doctores intentando mantener calientes a los recién nacidos
en Shifa se han hecho virales.
Israel acusa a Hamas de utilizar los hospitales como
escondite para sus combatientes y sostiene que el grupo insurgente tiene su
principal centro de mando dentro y debajo de Shifa, sin presentar evidencias
visuales. Tanto Hamas como el personal del hospital niegan las acusaciones.
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