Miles de palestinos más huían del norte hacia el sur por un peligroso camino después de que Israel les dijo que evacuaran, contaron residentes. Sin embargo, muchos permanecen en el norte, hacinados en los hospitales Al Shifa y Al Quds, mientras a su alrededor se libran batallas terrestres mientras continúan los ataques aéreos israelíes.
Israel afirma que sus enemigos de Hamás tienen centros de mando instalados en los hospitales.
Según las autoridades palestinas, hasta el miércoles habían muerto 10,569 habitantes de Gaza, cerca del 40% de ellos niños, en ataques aéreos y de artillería, mientras se agotan los suministros básicos y las zonas quedan devastadas por los incesantes bombardeos israelíes.
Residentes de la Ciudad de Gaza, un bastión de Hamás, dijeron que había tanques israelíes estacionados en los alrededores. Ambas partes informaron de que se habían infligido numerosas bajas mutuamente en intensos combates callejeros. Israel, que ha prometido acabar con Hamás, afirma que 33 de sus soldados han muerto en su operación terrestre mientras avanzan hacia el corazón de la Ciudad de Gaza.
Las tropas israelíes aseguraron un bastión militar de Hamás llamado Complejo 17 en Jabaliya, en el norte de Gaza, tras 10 horas de combate con militantes de Hamás y de la Yihad Islámica sobre y bajo tierra, informó el ejército israelí el miércoles.
Los soldados mataron a decenas de militantes, confiscaron armas, descubrieron pozos de túneles y una fábrica de armas de Hamás en un edificio residencial del barrio de Sheikh Radwan.
Imágenes del ejército israelí mostraron a los soldados caminando entre los escombros de un edificio en el que una de las paredes había sido volada, encontrando material para la fabricación de armas, manuales de instrucciones y un pozo de un túnel. Cerca había un dormitorio infantil con paredes rosas, armarios rosas y tres pequeñas camas.
El brazo armado de Hamás afirmó haber matado a un número de soldados israelíes mayor que el anunciado por el ejército y haber destruido decenas de tanques, excavadoras y otros vehículos. Hizo públicas imágenes de combatientes disparando cohetes antitanque e impactando directamente en vehículos.
En París, funcionarios de unos 80 países y organizaciones se reunieron para coordinar la ayuda humanitaria a Gaza y encontrar formas de ayudar a los civiles heridos a escapar del asedio, que entra ya en su segundo mes. Las agencias humanitarias pidieron un alto el fuego inmediato.
"No podemos esperar ni un minuto más", dijo Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados, calificando las acciones de Israel de "castigo colectivo". Asimismo, añadió que "sin un alto el fuego, el levantamiento del asedio y los bombardeos y la guerra indiscriminados, continuará la hemorragia de vidas humanas".
Naciones Unidas y la Cruz Roja Internacional se hicieron eco de sus llamados, aunque Israel y su principal valedor, Estados Unidos, rechazan un alto el fuego total.
La conferencia de París, a la que asisten naciones árabes, potencias occidentales, miembros del G20 y grupos de ONG como Médicos Sin Fronteras, debatía medidas para aliviar el sufrimiento en Gaza, pero sin una pausa en los combates las expectativas son escasas.
El presidente Emmanuel Macron, al inaugurar la conferencia, pidió una pausa humanitaria. "La situación es grave y empeora cada día", afirmó.
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