Tras los resultados dados a conocer a principios de septiembre, donde se definió que Claudia Sheinbaum encabezaría la candidatura presidencial morenista, Marcelo Ebrard impugnó el método de encuestas, el proceso de definición y el resultado final ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena.
El 30 de septiembre, Ebrard fue notificado que su queja fue admitida en el órgano interno morenista. Sin embargo, no ha tenido respuesta. El dirigente nacional del partido naranja, Dante Delgado, declaró en días pasados que Ebrard puede tener un espacio dentro de esa fuerza política como aspirante ciudadano, pues la apuesta interna sería el gobernador de Nuevo León con licencia, Samuel García.
Ebrard debe definir este fin de semana cuál será su futuro político, es decir, si se mantiene en Morena y acepta alguna posición en el gobierno de Claudia Sheinbaum o en el poder Legislativo o si decide romper con el movimiento fundado por López Obrador y avanzar en sus aspiraciones presidenciales bajo otras siglas.
Esta semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador planteó que el excanciller es libre de dejar el partido, pero le recordó que lo importante es el proyecto, no los cargos. “Somos libres, somos libres y no hay que presionar a nadie, todo mundo debe de actuar en función de sus convicciones, de sus principios e ideales. Yo siempre he dicho que Marcelo es una gente inteligente, lo sostengo”, comentó.
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