Esto sucedió a días del asesinato de los cinco jóvenes médicos en Celaya. “Guanajuato es un estado letal para los jóvenes”, pues entre 2019 y 2022 la entidad, gobernada desde el 26 de septiembre de 2018 por el panista Diego Sinhué Rodríguez, registró 9 mil 688 homicidios de personas de entre 15 y 34 años de edad, de acuerdo con datos del Inegi.
Al cierre de 2023, los asesinatos de jóvenes en Guanajuato mientras conviven en fiestas, centros de recreación, en su trabajo o dentro de sus casas no cesan.
También, de acuerdo con la investigación “México está destruyendo el futuro”, tan solo en seis años, más de 480 mil niños, niñas, adolescentes y jóvenes de hasta 29 años han sido víctimas de la violencia en el país, ya sea como víctimas directas de asesinato y de otras agresiones, o bien, como posibles responsables de delitos vinculados al crimen organizado.
En cuanto a la política contra las drogas del actual gobierno, la investigación “Miedo, castigo y estigma” destaca que en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2024, el presidente López Obrador prometió un cambio de paradigma que transitara de las medidas previas de guerra a una política de paz. En materia de estupefacientes –se reconoció entonces–, la estrategia prohibicionista era ya insostenible.
La única posibilidad real de reducir los niveles de consumo, que sostuvo el proyecto de gobierno, era levantar la prohibición de sustancias ilícitas y reorientar recursos hasta entonces destinados a combatir el trasiego para aplicarlos en programas de reinserción y desintoxicación.
Pero lo que pasó fue un aumento en la criminalización, en los dichos y en los hechos.
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