El presidente leyó un documento firmado por Natalie Kitroeff, jefa de la corresponsalía del NYT en México, el cual fue dirigido a Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la presidencia y coordinador de comunicación social de la presidencia.
“Estimado Jesús, quiero informarle que estamos trabajando en un reportaje sobre una investigación que realizó el gobierno de Estados Unidos”, leyó el presidente, quien afirmó que el gobierno de Estados Unidos ahora “va a tener que informar” sobre la investigación. Se trataría de una nueva investigación realizada por la DEA, distinta a la de 2006.
El presidente López Obrador leyó en público los datos de contacto privados de la periodista Natalie Kitroeff, quien en la carta le mencionó que la hora límite para responder era hasta las 17:00 horas del 21 de febrero. Ramírez Cuevas afirmó haber recibido el cuestionario el mismo miércoles por la mañana.
La primera pregunta del NYT a AMLO decía: “La investigación de autoridades estadounidenses, basada en testimonios de informantes y transferencias de dinero, indagó alegatos en que aliados cercanos al presidente se reunieron con carteles de la droga y recibieron millones de dólares del narco. Al final, la investigación fue cerrada luego de que las autoridades estadounidenses reconocieron que podría provocar un conflicto diplomático con México. En gran parte, la decisión se tomó tras la reacción del gobierno mexicano cuando Estados Unidos arrestó al general Salvador Cienfuegos en 2020″, a lo que el presidente López Obrador respondió: “Nos tuvieron miedo, porque a México se le respeta. Todo eso es falso, completamente”.
Cuestionado sobre si su gobierno o integrantes de su gabinete sabían de una investigación reciente (por parte de autoridades de Estados Unidos), el presidente respondió: “No, porque es falso lo que sostienen”. “De ser así, ¿Qué reacción hubo en Palacio Nacional?”, cuestionó el NYT, a lo que AMLO respondió: “la nada”.
También, se le preguntó al presidente qué reacción tenía en caso de que fuera la primera vez que escuchaba de esa investigación. El mandatario afirmó: “Nada, que son unos falsarios los del NYT”.
En una segunda pregunta, el NYT menciona: “Según el documento que examinamos y entrevistas con personas cercanas a la investigación, un informante contó que uno de los confidentes más cercanos del presidente, se reunió con Ismael Zambada García (”El Mayo Zambada”), antes de las elecciones de 2018. ¿Cómo responden a ese testimonio?”. El mandatario dijo: “¿Cuál es el testimonio? Vamos a esperar, pero claro que es falso completamente”.
La tercera pregunta señaló: “Otro informante relató que tras la elección del presidente, uno de los fundadores del Cartel de los Zetas, pagó cuatro millones de dólares a dos aliados de López Obrador, uno de ellos un ayudante oficial y el otro, un asesor no oficial” -a lo que AMLO dijo ‘vamos a ver quiénes son’. La pregunta continuó: “¿Cómo responden a ese testimonio?”, a lo que AMLO dijo: “Pues que es otra calumnia del NYT y está mucho mejor el Reforma. Ellos están al nivel del Alarma”.
La cuarta pregunta señaló: “Un tercer informante contó a los investigadores que los carteles estaban en posesión de videos que mostraban que los hijos del presidente recibieron dinero del crimen organizado”, a lo que AMLO respondió: “¿Dónde están los videos? Es una vergüenza. No cabe duda que este tipo de periodismo está en franca decadencia. Es un pasquín inmundo el NYT”.
La quinta pregunta estableció que “la investigación también rastreó independientemente pagos del crimen organizado a intermediarios del presidente, al menos uno de esos pagos ocurrió al mismo tiempo que el presidente viajó a Sinaloa en marzo de 2020, para reunirse con la madre de Joaquín Guzmán Loera ‘El Chapo’”.
Al respecto, López Obrador respondió: “Fíjense la distorsión, la mala leche. Yo viajé a Sinaloa para reunirme con la madre de Joaquín Guzmán Loera, cuando fui a supervisar un camino -que por cierto ya lo inauguramos- de Badiraguato a Guadalupe y Calvo, en Chihuahua. En la supervisión, que fue pública, estaba la señora que quería entregarme una carta para que una de sus hijas pudiese visitar a su hijo en la cárcel y que yo le ayudara con el gobierno de Estados Unidos. Me dio la carta, y me bajé, la saludé y me entregó la carta. Y la carta se la entregué al secretario de Relaciones Exteriores para que hiciera los trámites en la embajada de Estados Unidos en México”.
La sexta pregunta, indicó que: “Cuando se publicaron los trabajos de ProPública sobre supuestas conexiones del crimen organizado a la campaña de López Obrador en 2006, el presidente dijo ‘¿Cómo vamos a estar sentados en la mesa hablando del combate a la droga si ellos, o una institución de ellos está dañándome?’...”, a lo que AMLO respondió: “Palabras más, palabras menos, sí expresé eso y cuando vino la comisión de Seguridad del presidente Biden, pensaba no recibirlos. Pero se han portado muy bien. Cuando hablé con la asesora de Seguridad, me dijo ‘Nosotros no tenemos nada que ver con esto, es una investigación cancelada que no tuvo importancia’”, añadió.
“De ninguna manera, estamos obligados a mantener buenas relaciones con Estados Unidos. Somos los principales socios comerciales, tenemos una vecindad, una frontera de 3 mil kilómetros, viven 40 millones de mexicanos en Estados Unidos y porque la política se inventó -entre otras cosas- para evitar la confrontación”.
El presidente concluyó diciendo: “Yo espero que el gobierno de Estados Unidos exprese algo, pero si no quieren decir nada, es su asunto. Cualquier gobierno democrático tendría que informar”.
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