Aunque la propuesta llevaba dos años estancada en las instituciones comunitarias, la iniciativa de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, era un nuevo indicio de que el bloque está dispuesto a sacrificar prioridades medioambientales para mantener el favor de la comunidad agraria.
Los agricultores y ganaderos han insistido en que medidas como las restricciones a los pesticidas no harían más que aumentar su carga burocrática y mantenerles en sus computadoras en lugar de en los tractores, además de ampliar la diferencia de precio entre sus productos y las importaciones baratas producidas por productores extranjeros sin requisitos similares.
La propuesta de los pesticidas “se ha convertido en un símbolo de polarización”, dijo Von der Leyen al Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia. “Para seguir adelante hace falta más diálogo y una estrategia diferente”.
La presidenta reconoció que las propuestas se habían diseñado sin incluir a los agricultores.
“Los agricultores necesitan un ejemplo de negocio rentable para las medidas de mejora del medio ambiente. Quizá no hemos presentado ese ejemplo de forma convincente”, dijo Von der Leyen.
No estaba claro cuándo se redactaría el borrador de la nueva propuesta. Las elecciones parlamentarias de la UE están previstas para junio y la situación de los agricultores se ha convertido en un tema clave de campaña que ha desplazado incluso a las cuestiones climáticas en las últimas semanas.
Dentro de su publicitado Pacto Verde Europeo, la UE aspira a recortar en un 50% el uso de pesticidas y otras sustancias peligrosas para 2030. La propuesta fue criticada tanto por ecologistas, que la tacharon de insuficiente para cumplir los objetivos de sostenibilidad, como por grupos agrícolas, que insistieron en que era inaplicable y sacaría a los agricultores del negocio.
La decisión de archivar la propuesta sobre pesticidas era un nuevo gesto de contrición de la UE ante unas protestas que han afectado a la vida cotidiana de decenas de millones de ciudadanos europeos y costado decenas de millones de euros a los negocios por demoras en los transportes.
Muchos políticos, especialmente en la derecha y sus extremos, celebraron el impacto de las protestas-
“Larga vida a los granjeros, cuyos tractores están obligando a Europa a recuperar las tonterías impuestas por multinacionalistas y la izquierda”, dijo el ministro italiano de transportes, el conservador Matteo Salvini.
Von der Leyen anunció la semana pasada planes para proteger a los agricultores de productos más baratos exportados desde Ucrania y para permitir que se utilicen tierras que antes debían permanecer en barbecho por cuestiones medioambientales.
La Comisión Europea tiene previsto anunciar más medidas el martes por la noche sobre cómo alcanzar sus ambiciosos objetivos para contrarrestar el cambio climático. Los ambientalistas temen que ahí pueda haber más concesiones.
En Francia, donde las protestas alcanzaron masa crítica, el gobierno prometió más de 400 millones de euros (436 millones de dólares) en ayudas financieras adicionales.
Los agricultores en España protestaron con tractores desde la mañana del martes, cortaron autopistas y causaron atascos de tráfico para reclamar cambios en las políticas europeas y fondos y medidas contra los crecientes coste de producción. El Ministerio de Agricultura anunció ayudas por valor de unos 270 millones de euros a 140,000 agricultores afectados por la sequía y problemas derivados de la guerra de Rusia contra Ucrania.
En Holanda, los agricultores bloquearon varias carreteras y autopistas con camiones y prendieron fuego a neumáticos y balas de paja el lunes por la noche.
La policía dijo haber intervenido contra agricultores que bloqueaban carreteras en la provincia rural de Gerlderland, aunque no había reportes inmediatos de detenciones.
En las últimas semanas, las protestas agrarias se han extendido de Polonia a Grecia y de Irlanda a Alemania o Lituania.
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