Un portavoz anónimo del Ministerio de Defensa del Norte emitió un comunicado condenando el ejercicio anual Freedom Shield, de 11 días de duración, que comenzó, el lunes, para fortalecer la disuasión contra las amenazas nucleares y de misiles norcoreanas.
"Los ejercicios de guerra a gran escala, organizados por el mayor Estado con armas nucleares del mundo y más de 10 Estados satélites, contra un Estado en la península coreana, donde una guerra nuclear puede estallar incluso con una chispa, nunca pueden ser llamados 'defensivos'", dijo el comunicado en inglés, publicado por la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA).
El funcionario dijo que el Ejército de Corea del Norte monitorizará los "actos aventureros" de los enemigos y llevará a cabo "actividades militares responsables" para controlar la inestable situación de seguridad.
Agregó que Seúl y Washington tendrán que pagar "un alto precio por su falsa elección", mientras comprenden que causa, en todo momento, su "incertidumbre de seguridad" a un nivel grave.
Los ejercicios militares de este año se producen mientras Corea del Norte ha intensificado las pruebas de armas, en los últimos meses, con lanzamientos de misiles de crucero desde tierra y mar y disparos de artillería cerca de la tensa frontera marítima occidental.
El lunes, aviones de reconocimiento surcoreanos y estadounidenses realizaron una incursión, en su aparente misión de vigilar de cerca a Corea del Norte. Durante el ejercicio militar, es probable que Washington envíe sus activos militares estratégicos a la península coreana, en una demostración de fuerza.
Pyongyang ha denunciado, durante mucho tiempo, los ejercicios militares conjuntos de los aliados como ensayos para una invasión y los ha utilizado como pretexto para provocaciones. Seúl y Washington han dicho que sus ejercicios militares son de naturaleza defensiva.
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