Yemen, 4 marzo 2024. El hundimiento del buque de carga Rubymar frente a la costa de Yemen ilustra la continua impunidad de los hutíes respaldados por Irán para atacar embarcaciones.
La tripulación se vio obligada a abandonar el barco debido al ataque. El barco comenzó a tomar agua lentamente durante dos semanas antes de hundirse. El destino del barco muestra la incapacidad de la comunidad internacional para hacer cumplir las normas básicas de un orden internacional basado en reglas. A pesar de que Estados Unidos y Reino Unido han llevado a cabo ataques aéreos contra los hutíes, el grupo respaldado por Irán continúa llevando a cabo ataques.
El hundimiento también es una mala noticia potencial para el medio ambiente, debido a la carga del barco. Demuestra que los países parecen incapaces de proteger la navegación o incluso de evitar que un barco se hunda lentamente. En esencia, esto muestra cómo una campaña de ataques aéreos estrechamente enfocada contra los hutíes no es suficiente.
Se debe reflexionar más sobre qué hacer cuando los barcos son alcanzados por misiles y si se deben hundir. Dejar que los barcos se hundan lentamente no es una buena solución. El barco se hundió lentamente. El Reino Unido había dicho que el barco estaba tomando agua ya en febrero. "Los propietarios del buque dijeron en ese momento que estaba siendo remolcado hacia el cercano Yibuti pero que aún podía hundirse", afirmó la BBC.
Ahmed Awad Bin Mubarak, el primer ministro del gobierno de Yemen, ha dicho que el hundimiento del barco es un "desastre ambiental sin precedentes", señala la BBC.
El hecho de que el barco tardara dos semanas en hundirse y la comunidad internacional principalmente lo observó con indiferencia ilustra cómo el ataque de Hamas el 7 de octubre se ha convertido en un símbolo importante de un cambio en las relaciones internacionales.
Muchos países, como Rusia, China, Irán y los anfitriones de Hamás en Doha, parecen no importarles que los hutíes ataquen la navegación con impunidad. La capacidad de Estados Unidos y el Reino Unido para conseguir más socios que se opongan a los hutíes está limitada.
Muchos países están vinculados a Irán, Rusia y China a través de grupos como los BRICS y la SCO. La mayoría de estos países aceptan que los hutíes disparen misiles contra los barcos.
Está emergiendo un nuevo orden mundial. Es un orden mundial de caos e impunidad para grupos como los hutíes. Son utilizados como herramientas no solo por Irán, sino también por otros países que se oponen a Estados Unidos y Occidente. A estos países no les importa ver hundirse algunos barcos si el objetivo principal es derrocar décadas de poder y hegemonía de Estados Unidos.
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