Los asesinos, aún prófugos, emboscaron a sus víctimas disparando a quemarropa antes de desaparecer en la penumbra.
El hombre en cuestión fue identificado como Hugo “N”, más conocido por sus alias de “El Güero” Carmenta, “El Güero Loco” o “La Comadreja”, una figura prominente en los círculos del crimen organizado en la Ciudad de México.
Desde su posición en la estructura de La Unión Tepito, Hugo “N” era una pieza clave, siendo buscado intensamente por las autoridades federales por su implicación en actos violentos, incluido el asesinato de agentes policiales, y su presunta participación en el lucrativo negocio de las drogas sintéticas.
A su lado, una mujer, su pareja sentimental, también fue asesinada. La rápida respuesta de los propietarios del establecimiento, que se resguardaron y solicitaron ayuda médica para las víctimas, no pudo evitar el trágico desenlace: ambos fueron declarados muertos a la llegada de los servicios de emergencia.
El Cártel Nueva Generación Tepito (CNGT), bajo el liderazgo de Hugo “N”, ejercía un dominio indiscutible sobre el tráfico de estupefacientes sintéticos en la región, extendiendo sus tentáculos de influencia también en el ámbito de la extorsión a comerciantes locales.
Se le atribuye la ejecución de tácticas intimidatorias, como la infame colocación de sobres amarillos con amenazas dirigidas a los propietarios de negocios, una marca de su presencia en la zona.
Sin embargo, la historia de “El Güero Carmenta” trasciende más allá de las calles empedradas de la Ciudad de México. Se le consideraba una pieza clave en la expansión del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) hacia la capital, incluso se rumorea que su traición facilitó la captura de importantes líderes de La Unión Tepito, lo que marcó un hito en la rivalidad entre estas organizaciones criminales.
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