Macron instó a Europa a una "revolución copernicana" y a crear en los próximos meses un nuevo marco de seguridad de defensa y seguridad común. Hablando frente a la Iglesia de Nuestra Señora, Macron pidió una Europa fuerte y soberana. "Europa es una historia de paz, prosperidad y democracia", afirmó, pero todo esto estaría amenazado si no actuamos.
"Europa es garante de la paz. Para muchos de nosotros, este argumento parecía obsoleto hace mucho tiempo, pero la guerra hace estragos nuevamente en Europa", afirmó. Refiriéndose a la invasión rusa de Ucrania, Macron, que llegó ayer a Berlín para la primera visita de Estado de un presidente galo en 24 años, dijo que Europa tenía que formular su propia política independiente de seguridad y defensa y pidió a los europeos actuar como aliados dentro de la OTAN.
"Los europeos queremos una paz duradera, es decir, una paz que los ucranianos -porque les habremos permitido defenderse- habrán elegido y negociado", continuó, subrayando que no será una "capitulación". "La verdadera reunificación de Europa será una Europa que sepa pensar en su marco común de seguridad y defensa por sí misma y para sí misma, ese es el reto de los próximos años", insistió.
"Entre Francia y Alemania deberíamos impulsar con más atrevimiento las inversiones estratégicas", afirmó Macron en su discurso a los jóvenes europeos. "El presupuesto europeo debería duplicarse, o bien a través de estrategias de inversión o de deuda conjunta. Hace falta el doble de inversiones en Europa", señaló, para abogar por un mercado conjunto de capital que permita atraer más financiación privada.
El presidente, que destacó que Europa se ha vuelto más soberana e independiente respecto a la competencia de China y de Estados Unidos, advirtió de que, ante un continente que envejece, existe el riesgo de que ya no sea posible seguir logrando crecimiento económico, una situación que equivale a una "crisis planificada".
Por ello, es preciso construir "un nuevo modelo de crecimiento para el futuro, para el bien de nuevas generaciones", afirmó el presidente francés, subrayando la necesidad de impulsar a partes iguales tanto el crecimiento económico como la protección climática.
Al mismo tiempo, hay que abandonar la "ingenuidad", aseveró Macron, frente a otros países como China o Estados Unidos que sí establecen unas "preferencias" y dan prioridad a sus intereses nacionales, mientras que Europa está "abierta a todos".
Durante su visita, Macron también advirtió contra los peligros de la extrema derecha, que aspira a alcanzar buenos resultados en los comicios europeos. "Miremos a nuestro alrededor la fascinación por los regímenes autoritarios, miremos a nuestro alrededor el momento antiliberal que estamos viviendo", declaró. "La extrema derecha, este viento maligno que sopla en Europa, es una realidad, así que despertemos", exhortó.
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