El haber ocupado estos cargos de elección popular han ensoberbecido a Aarón Urbina que se considera un producto que se “vende solo” y no necesita mermar su enorme fortuna, que ha obtenido de lucrar con los cargos públicos, ya que actualmente no necesita ningún tipo de publicidad ni gastar en publicidad en los medios de comunicación, ni tampoco dar dinero a sus operadores porque considera que con su sola presencia “ya tiene ganada la presidencia municipal de Tecámac.
La soberbia que invade a Aarón Urbina, hace divagar al cacique al grado tal que asegura que obtendrá con su sola presencia 160 mil votos, argumento que motiva que sus colaborados digan que ya no se tiene que hacer campaña, pues con 160 mil votos ya se tiene ganada la presidencia municipal.
La obsesión por el poder del candidato priista y su incumplimiento a los compromisos y acuerdos contraídos previos a la designación del candidato de la Alianza como sucedió con su equipo de campaña a los que prometió que si “entregaban buenas cuentas los integraría en la planilla como regidores, promesa que no cumplió.
De igual manera en reuniones previas del grupo, se acordó que las posiciones en la planilla serían para el grupo de panistas de Tecámac que representa Octavio German Olivares, pero, las cosas no fueron así, y la planilla se la repartieron entre Aaron Urbina, Eduardo Bernal, “Alito” Moreno dirigente nacional del PRI, Enrique Vargas del Villar aspirante al Senado por el PAN y Anuar Azar dirigente del PAN en el Estado de México.
Flota en el ambiente de la casa de campaña de Urbina Bedolla, la inconformidad entre sus incondicionales al no conocer a Gerardo Triana Cervantes, quien aparece como integrante de la planilla como Primer Regidor, y lo que es peor; porque los demás; sin hacer nada se disputan el derecho para salir en la foto arriba del templete.
Se rumora que la ausencia de Octavio German Olivares, pesa bastante en la alianza y seguramente restara miles de votos al abanderado del PRI.
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