“Vemos que la oposición no quiere resignarse y aceptar su derrota, aunque consideramos que debe hacerlo y felicitar al ganador de los comicios”, dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Peskov también consideró “muy importante”, en referencia a las protestas postelectorales que han estallado en ese país, “que los intentos de caldear la situación dentro de Venezuela no sean fomentados por terceros países”.
Además, abogó por que “Venezuela esté libre de injerencias externas”, pero no aludió a las denuncias de fraude de la oposición y a los llamamientos a la transparencia realizados por numerosos países latinoamericanos.
El presidente ruso, Vladímir Putin, felicitó el lunes a Maduro por su victoria electoral, al tiempo que le dijo que siempre era “bienvenido” en este país; mientras los diputados y senadores rusos que participaron como observadores negaron el fraude oficialista.
Al mismo tiempo, la embajada rusa en Caracas llamó el martes a sus nacionales en el país latinoamericano a evitar en lo posible salir a la calle, las aglomeraciones de gente y los barrios conflictivos.
El Gobierno también aconsejó a los turistas rusos que se dispongan a viajar a Venezuela que sigan atentamente todas las recomendaciones de las autoridades rusas.
Dos aliados del Kremlin en América Latina, Cuba y Nicaragua, son de los pocos países de la región que han aceptado la victoria electoral de Maduro.
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