El operativo que condujo a la detención de estos policías fue desencadenado tras la liberación de un hombre que había sido privado de su libertad. Las autoridades, en colaboración con la Guardia Nacional (GN) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), desplegaron una redada en las inmediaciones del C-2, un centro de control y comando en Taxco, donde se sospechaba que operaban grupos criminales con la complicidad de elementos de seguridad pública.
La magnitud del operativo fue tal que llevó a la detención de un total de 49 personas, entre policías municipales, agentes de tránsito y personal de Protección Civil. Sin embargo, solo 10 de ellos, incluyendo los seis policías mencionados, fueron retenidos para enfrentar cargos relacionados con desaparición forzada.
Los seis policías municipales detenidos han sido identificados como miembros activos de la Secretaría de Seguridad Pública de Taxco, aunque inicialmente se había puesto en duda su pertenencia a la corporación. La Fiscalía de Guerrero confirmó su implicación en actos delictivos tras analizar evidencias que los relacionaban con la desaparición de la víctima liberada durante el operativo.
El 31 de agosto, en una audiencia inicial, se les dictó prisión preventiva justificada mientras se completan las investigaciones. Durante este periodo, los oficiales permanecerán en el Cereso de Iguala, esperando el cierre del caso que podría derivar en sentencias severas dada la gravedad del delito.
Un detalle que ha generado gran polémica es la supuesta participación de Cristopher Hernández, secretario de Seguridad de Taxco, en estos hechos. Según los primeros reportes, Hernández habría logrado escapar justo antes del operativo, dejando en su lugar a un oficial que intentó despistar a las autoridades presentándose como el titular de la Secretaría de Seguridad Pública.
Esta estrategia permitió que Cristopher Hernández huyera, y hasta el momento, su paradero es desconocido. Las autoridades han desplegado un operativo de búsqueda para capturar al funcionario, quien podría enfrentar serias acusaciones si se confirma su implicación en los delitos.
La detención de los seis policías y la fuga del secretario de Seguridad han dejado un vacío en la administración de la seguridad en Taxco. Ante esta situación, fuerzas federales y estatales han tomado el control del municipio. La Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero, en colaboración con la Sedena y la GN, ha implementado un Mando Coordinado para garantizar la seguridad en la región.
Este cambio en el control de la seguridad local refleja la gravedad de la situación y la necesidad de restaurar la confianza de la ciudadanía en las instituciones encargadas de protegerlos. La intervención federal también pone de manifiesto los desafíos que enfrenta Guerrero en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado, especialmente en municipios con altos índices de violencia y delincuencia.
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